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TRECE DÍAS 2000

El título de esta película hace referencia a esos trece días que pasaron desde que la administración del Presidente Kennedy descubrió las bases de misiles soviéticos en Cuba hasta que se desarrollaron las medidas que evitaron una guerra termonuclear con la URSS. En esta película, protagonizada por Kevin Costner, el actor interpreta a Kenny O’Donnell, el secretario personal de JFK (papel asignado a Bruce Greenwood). En los ámbitos periodísticos de Washington era un reconocido miembro de la “mafia irlandesa” que rodeaba al Presidente. Otro de los protagonistas es el hermano del Presidente, Robert Kennedy (Steven Culp).

La película está basada en hechos reales, aunque el papel que jugó cada uno sólo se sabe por aproximación. La cantidad de mentiras y medias verdades es parte de la trama y, a veces, se vuelve difícil seguir el estado del relato. Veamos algunas de las principales tretas contadas en la película.

La primera es cómo lograr que los rusos revelen a la comunidad internacional lo que están haciendo en Cuba sin mostrarles las pruebas que ha logrado el espionaje aéreo. La segunda es engañar a los rusos respecto a las verdaderas intenciones de los Estados Unidos. La tercera es engañar a los medios de comunicación sobre lo que realmente está pasando en medio de la Crisis.

Una de las cosas más interesantes es la descripción de las presiones que recibían los políticos por parte de los altos mandos militares. La película los describe como los malos de la historia (belicistas, deshonestos y fanfarrones) cuando, en realidad, todos mantuvieron la cadena de mando y eso evitó que se produjera una tercera guerra mundial. Ese ambiente “conspiranoico” puede alentar en el espectador la idea de que el complot que acabó con la vida de John Fitzgerald Kennedy comenzara a fraguarse en esas reuniones del gabinete de Crisis.

Otro de los asuntos cruciales es cómo presentar ante la opinión pública un bloqueo marítimo a un país independiente como si fuera una medida sanitaria. El nombre de “Cuarentena” es la manera en que la Administración Kennedy bautizó esta operación militar, para la que no se disponía de legitimación internacional previa, pero que estuvo a punto de causar el primer casus belli de un conflicto apocalíptico.

En la negociación que se produjo entre los dos bandos resultó fundamental el papel del embajador de EEUU en la ONU, Adlai Stevenson (Michael Fairman), quien se jugó su puesto al sugerir un intercambio de bazas con los soviéticos, retirar los misiles Júpiter desplegados en Turquía a cambio de desmantelar las bases de misiles cubanas. Esta jugada, que hoy conocemos que fue la razón que permitió a las dos partes salir airosas del trance, fue manipulada para ofrecer una imagen poderosa de Kennedy, capaz de mostrarse inflexible ante el chantaje nuclear de Jrushchov.

Las dos administraciones acordaron establecer un sistema fiable de comunicación que fue llamado “el teléfono rojo”, aunque en un primer momento era una línea de teletipo. Aunque la película no cuenta las consecuencias de esta Crisis, lo cierto es que ambos dirigentes lo pagaron muy caro. Kennedy fue asesinado por… no se sabe quién con certeza y Jrushchov fue destituido en 1964 mediante un golpe de estado político protagonizado por Brézhnev. Un final triste para dos líderes que estuvieron a punto de ocasionar una hecatombe y que sintieron vértigo cuando se asomaron al abismo de un invierno nuclear.

@salenko1960

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EL TOPO (2011)

¿Cómo se descubre a un traidor en una organización que se dedica al espionaje? Esto es lo que cuenta la película “El topo” basándose en la experiencia de John Le Carré como agente del MI6. La respuesta es: poniéndole una trampa. Pero, ¿y si el bando contrario ya lo ha previsto y urde un plan para proteger al infiltrado?, entonces la cosa se complica mucho más. Sólo un agente que tiene muchos años de servicio y que actúa desde fuera puede, con algo de suerte, investigar el asunto y descartar a todos los sospechosos hasta llegar al mentiroso. Eso es lo que hace el agente Smiley (Gary Oldman), que recibe el encargo de los políticos que le despidieron cuando falló la operación “Testimonio” por culpa del topo.

La treta urdida por Karla (dirigente del KGB) consiste en proveer al topo de información aparentemente valiosa, incluso tan aparente que le haga medrar profesionalmente, que le impulse a lo más alto de la organización, donde podrá acceder a información clasificada de alto nivel. Aquí es donde la suerte se alía con Smiley, porque cuando el agente Tarr contacta en Estambul con Irina, una espía soviética dispuesta a facilitar el nombre del topo, al tratar de informar a la central de su hallazgo, el topo intercepta el mensaje y neutraliza la operación.

Smiley sabe que el topo se sienta en la mesa de operaciones junto con el resto del equipo, los que dirigen “El Circus” se llaman Percy Alleline, el nuevo jefe tras la muerte de “Control”, (interpretado por Toby Jones), Bill Haydon (Colin Firth), Roy Bland (Ciarán Hinds) y Toby Esterhase (David Dencik).  El título original hace referencia a un juego infantil en el que los niños se pasan un objeto a la vez que cantan los personajes de la canción, siendo el primero el hojalatero, el segundo el sastre, el tercero el soldado y el último es el ladrón, en este caso el topo. Smiley hereda un juego de ajedrez con las caras de los cuatro sospechosos que había preparado “Control” (John Hurt). El nombre del topo y la suerte que corre no voy a contarlo, mejor lo buscáis en la película.

@salenko1960

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Música

Supertramp I «The Crime of the century»

Cuando escuché a este grupo por primera vez, apenas tenía 18 años. Yo estaba en la habitación de un compañero del colegio mayor Alcalá de Madrid porque él tenía un tocadiscos mientras que yo sólo un reproductor de cintas cassete.

Al escuchar el poderoso sonido de los bajos yo me transportaba a una sala de música, a un concierto en directo, en definitiva a un lugar de culto donde la música adquiere todo el protagonismo y los que asistimos como público, nos dejamos ir.

Fueron años de descubrimiento musical porque el colegio disponía de una sala para audiciones y una considerable colección de discos clásicos y modernos, de éstos últimos, creo que los escuché todos.

La música, en esa época, siempre fue un refugio donde me escabullía de las preocupaciones y las decepciones del mundo real, una forma de alterar mi conciencia para encontrar mi sitio en este mundo.

A este grupo le dedicaré más de un podcast porque, en mi opinión, se lo merece. Aparte de las connotaciones emocionales, representa la música que más me conmueve, el conocido como “Rock progresivo”. Este estilo de música combina las manifestaciones rebeldes de la generación rockera con los avances tecnológicos. Los temas se grababan en potentes estudios y se editaban hasta alcanzar la perfección, de manera que cuando los escuchabas con un equipo de música medianamente bueno, el resultado te ponía la piel de gallina. Lo más parecido a una experiencia religiosa.

Este disco me cambió porque me llevó a descubrir un tipo de rock que conectaba con mis aspiraciones. Una música que me definía como joven y como habitante de la aldea global, tras identificarme con esta música, ya no volví a ser un “chico de provincias”.

Dreamer, porque eres un soñador.

Todos hemos ido a la escuela pero nadie nos lo contó como Supertramp

El crimen del siglo, Crime of the century, ¡cómo suena ese piano!

@salenko1960