La principal división en el marxismo se produjo cuando los comunistas chinos se hicieron con el poder ganando la guerra civil al Kuomintang, allá por 1949. Para que esto sucediera se tuvieron que dar una serie de acontecimientos que no son fáciles de trascribir en un solo podcast, para hacer un breve resumen mencionaré:
-El pasado de China como colonia extranjera de europeos, rusos, japoneses y norteamericanos principalmente; esto desacreditó a los emperadores chinos y movilizó un sector de la población que se polarizó entre el partido comunista chino (PCCH) y el movimiento del Kuomintang.
-La larga marcha de 1934-1935 que fue una retirada táctica del PCCH, ante el avance del Kuomintang, hasta que los comunistas se pudieron reforzar en Yan’an.
-La segunda alianza entre el Kuomintang y el PCCH, con el beneplácito de la URSS, para combatir la invasión japonesa, que duró desde 1931 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
-La guerra civil posterior entre el Kuomintang y el PCCH.
Tras todas estas vicisitudes se forja el carácter Mao ZeDong –también conocido como Mao Tse-Tung- . Un bibliotecario proveniente de una familia acomodada del campo, que se gana una reputación como dirigente austero, comprometido con la independencia de su país y un revolucionario convencido por el ideal socialista. . Este dirigente, llamado a forjar un futuro nuevo y floreciente para un gran país, devastado por la guerra y el imperialismo.
Para la ortodoxia marxista sólo los proletarios deberían encabezar la revolución, pero Mao nació en un país apenas industrializado, donde el proletariado jugaba un papel insignificante y donde los campesinos habían protagonizado la revolución, convencidos de sus bondades por Mao y sus camaradas comunistas.
El 1 de octubre de 1949 terminan con la resistencia del Kuomintang, que quedó reducido a la isla china de Formosa, donde Chiang Kai Shek crearía la República China de Taiwán. En la bandera de la nueva república no debe extrañar que uno de los símbolos fueran las cuatro estrellas, como representación de la unión de las cuatro clases principales sobre las que se asienta este nuevo experimento comunista: los campesinos, los trabajadores, la pequeña burguesía y la gran burguesía urbana. A fin de cuentas, la hoz y el martillo siguen estando presentes, pero la sociedad de la Guerra Fría ya no era la misma que la de antes.
Pese a las incongruencias ideológicas, Mao se significó como un pensador comunista que logró abrir su propio camino sin enfrentarse a Lenin ni a Stalin, pese a que éste último le consideraba un hermano pequeño que, antes debía aprender a trasformar China en un “paraíso comunista”. Siempre le había gustado leer y escribir -se consideró poeta toda su vida- y su manejo de las fuentes documentales le garantizaron la flexibilidad ideológica que caracterizó su pensamiento. Gran parte del mismo cristalizó en su libro rojo y los discursos que fue reuniendo a través de su dilatada vida como mandatario.
Una de las primeras tareas que enfrentó la nueva república, fue la reforma agraria, en ella Mao tuvo que emplearse a fondo para convencer a los campesinos ricos de que debían amoldarse a la existencia de unas cooperativas, donde se irían agrupando los campesinos pobres y medios, una vez que recibieran las tierras expropiadas a los terratenientes y aristócratas, de los que aún no habían abandonado el territorio de la China continental.
Llegado el momento de la muerte de Stalin, se vio liberado de las prescripciones que el zar rojo le hacía, pero se sintió molesto con Jruschov al criticar al georgiano en el “Discurso Secreto”. Seguramente este revisionismo podría volverse en contra del Gran Timonel llegado el caso. De cualquier modo, coincidió con el levantamiento de Praga y fue aprovechado por Mao para legitimar su vía particular para lograr el socialismo, una vía en la que el partido no era un elemento clave, por eso está justificado criticar a sus camaradas en el poder, especialmente cuando no escuchan al Pueblo y desaprovechan su caudal creativo, manifestado en la “Marea alta del socialismo” (ver nota).
Todo lo anterior apunta a un culto a la personalidad que Mao se había ganado en el campo de batalla, pero que destrozó su equilibrio psíquico, cuando creyó que el resultado de su revolución se desviaba por el mal camino.
No hace falta editar millones de ejemplares del Libro rojo para convencer a un pueblo de que se está en posesión de la verdad absoluta, especialmente cuando sólo te siguen los iletrados.
@salenko1960 noviembre 2021
Nota: La Marea alta del socialismo fue un término que se acuñó cuando en 1955 los resultados de la cooperativización agraria superaron las esperanzas más optimistas del propio Mao. Este suceso fortaleció su fe en el poder de la voluntad y conciencia humanas para moldear la realidad social.