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Nuevo canal en Youtube «Lugares de la Guerra Fría» LLGF

Hola amigos, lectores y seguidores;

He impulsado la creación de un nuevo proyecto de divulgación a través de Youtube que se llama Lugares de la Guerra Fría (LLGF). Compañeros de singladura son Fulgencio López y David Díaz. El primero es un artista digital que trabaja como un artesano, es decir, con mucho gusto por hacer las cosas bien y mejorando día a día. El segundo es un escritor especializado en armamento de la Guerra Fría (el mejor que conozco en lengua castellana) y divulgador histórico.

Los tres pretendemos dar un componente lúdico a la difusión de los hechos que marcaron nuestro presente. Mientras escribo estas líneas, la Invasión de Ucrania sigue adelante y las tropas rusas pelean por dominar el Donbass (Donetsk y Lugansk). Pese a las dudas aparecidas (sembradas por Kissinger: https://www.clarin.com/mundo/-habla-kissinger-habla-guerra-ucrania-habla-china_0_ZBRPPBFP4D.html) sigo pensando que es una agresión ilegal e ilegítima pese a que se puedan obtener réditos geopolíticos.

La Historia se esconde entre los tinteros de los vencedores, por eso cuesta tanto desenmarañarla, pero me comprometo a perseguir la verdad y dejarla como legado.

Pese a lo cruel de las Guerras, los seres humanos las utilizamos para lograr algo de justicia, repartos más ajustados a las necesidades y para el progreso científico-técnico, a este respecto véase: https://guerrafria.eu/2017/08/02/von-braun-korolev/

Los episodios pretenden amenizar nuestros espacios de ocio y fomentar los viajes culturales, pienso que una persona que viaja, se inmuniza contra el fanatismo. Además ahora podemos hacer viajes virtuales sin salir de casa ¡Gracias Google Street View!

Hasta hoy, tenemos un video introductorio y cinco viajes al entorno europeo, pero me comprometo a seguir viajando por los cinco continentes. Os animamos a seguirnos y agradecemos mucho vuestros comentarios, podéis enviarnos críticas y sugerencias a mi correo alex@guerrafria.eu

Nos gustaría disponer de un patrocinio para pagar nuestros gastos de producción, pero si no aparece, no pasa nada.

Así que a disfrutar y participar en este nuevo canal y, si os parece oportuno, suscribiros cuanto antes para no perderos los estrenos.

Saludos para todos.

Vídeos emitidos,

Introducción :https://youtu.be/XA8ZCF0BvIQ

El accidente de Chernóbil: https://youtu.be/Gd8IVrairus

Mayo del 68: https://youtu.be/YF13Mfb6UE4

Las bases americanas en la España de Franco: https://youtu.be/BuohDa_uJOc

El muro de Berlín y la Guerra Fría: https://youtu.be/Vp-wE8yNFrY

Los misiles y la doctrina de Destrucción Mutua Asegurada (MAD): https://youtu.be/Fy0hPQ0yYE8

@salenko1960 junio 2022

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Blog Guerra Líderes

Cuatro singladuras en Youtube

Con los amigos de la Hermandad de Reservistas y Voluntarios de la Armada hemos producido, en colaboración, cuatro videos históricos sobre la Guerra Fría y dos videos sobre películas asociadas a este periodo histórico.

El primero, titulado «Primera singladura» sobre el inicio de la GF, incluye la confrontación sostenida entre el Secretario General del PCUS, Josif Stalin y el presidente Truman. Para inspirarnos utilizamos el que considero primer buque de la armada, por razones personales, la fragata Álvaro de Bazán.

Para la segunda singladura me inspiré en el buque oceanográfico «Hespérides» y su complementario «Las Palmas» y analiza la confrontación entre Kennedy y Jrushchof.

La Tercera se ocupa de la confrontación entre Nixon y Brezhnev, con la distensión como telón de fondo. El buque inspirador es el submarino Tramontana.

Y para terminar una hipotética confrontación entre Reagan y Gorbachof, para lo cual me pareció oportuno inspirarme en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano.

Con esto se alcanza un panorama bastante completo de los momentos cruciales de la GF.

Las 20 películas que considero más importantes sobre estos 45 años de historia de la Humanidad, las comentaré en otra entrada del blog.

@salenko1960 diciembre 2021

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LOS ORÍGENES DEL MAOISMO

La principal división en el marxismo se produjo cuando los comunistas chinos se hicieron con el poder ganando la guerra civil al Kuomintang, allá por 1949. Para que esto sucediera se tuvieron que dar una serie de acontecimientos que no son fáciles de trascribir en un solo podcast, para hacer un breve resumen mencionaré:

-El pasado de China como colonia extranjera de europeos, rusos, japoneses y norteamericanos principalmente; esto desacreditó a los emperadores chinos y movilizó un sector de la población que se polarizó entre el partido comunista chino (PCCH) y el movimiento del Kuomintang.

-La larga marcha de 1934-1935 que fue una retirada táctica del PCCH, ante el avance del Kuomintang, hasta que los comunistas se pudieron reforzar en Yan’an.

-La segunda alianza entre el Kuomintang y el PCCH, con el beneplácito de la URSS, para combatir la invasión japonesa, que duró desde 1931 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

-La guerra civil posterior entre el Kuomintang y el PCCH.

Tras todas estas vicisitudes se forja el carácter Mao ZeDong –también conocido como Mao Tse-Tung- . Un bibliotecario proveniente de una familia acomodada del campo, que se gana una reputación como dirigente austero, comprometido con la independencia de su país y un revolucionario convencido por el ideal socialista. . Este dirigente, llamado a forjar un futuro nuevo y floreciente para un gran país, devastado por la guerra y el imperialismo.

Para la ortodoxia marxista sólo los proletarios deberían encabezar la revolución, pero Mao nació en un país apenas industrializado, donde el proletariado jugaba un papel insignificante y donde los campesinos habían protagonizado la revolución, convencidos de sus bondades por Mao y sus camaradas comunistas.

El 1 de octubre de 1949 terminan con la resistencia del Kuomintang, que quedó reducido a la isla china de Formosa, donde Chiang Kai Shek crearía la República China de Taiwán. En la bandera de la nueva república no debe extrañar que uno de los símbolos fueran las cuatro estrellas, como representación de la unión de las cuatro clases principales sobre las que se asienta este nuevo experimento comunista: los campesinos, los trabajadores, la pequeña burguesía y la gran burguesía urbana. A fin de cuentas, la hoz y el martillo siguen estando presentes, pero la sociedad de la Guerra Fría ya no era la misma que la de antes.

Pese a las incongruencias ideológicas, Mao se significó como un pensador comunista que logró abrir su propio camino sin enfrentarse a Lenin ni a Stalin, pese a que éste último le consideraba un hermano pequeño que, antes debía aprender a trasformar China en un “paraíso comunista”. Siempre le había gustado leer y escribir -se consideró poeta toda su vida- y su manejo de las fuentes documentales le garantizaron la flexibilidad ideológica que caracterizó su pensamiento. Gran parte del mismo cristalizó en su libro rojo y los discursos que fue reuniendo a través de su dilatada vida como mandatario.

Una de las primeras tareas que enfrentó la nueva república, fue la reforma agraria, en ella Mao tuvo que emplearse a fondo para convencer a los campesinos ricos de que debían amoldarse a la existencia de unas cooperativas, donde se irían agrupando los campesinos pobres y medios, una vez que recibieran las tierras expropiadas a los terratenientes y aristócratas, de los que aún no habían abandonado el territorio de la China continental.

Llegado el momento de la muerte de Stalin, se vio liberado de las prescripciones que el zar rojo le hacía, pero se sintió molesto con Jruschov al criticar al georgiano en el “Discurso Secreto”. Seguramente este revisionismo podría volverse en contra del Gran Timonel llegado el caso. De cualquier modo, coincidió con el levantamiento de Praga y fue aprovechado por Mao para legitimar su vía particular para lograr el socialismo, una vía en la que el partido no era un elemento clave, por eso está justificado criticar a sus camaradas en el poder, especialmente cuando no escuchan al Pueblo y desaprovechan su caudal creativo, manifestado en la “Marea alta del socialismo” (ver nota).

Todo lo anterior apunta a un culto a la personalidad que Mao se había ganado en el campo de batalla, pero que destrozó su equilibrio psíquico, cuando creyó que el resultado de su revolución se desviaba por el mal camino.

No hace falta editar millones de ejemplares del Libro rojo para convencer a un pueblo de que se está en posesión de la verdad absoluta, especialmente cuando sólo te siguen los iletrados.

@salenko1960 noviembre 2021

Nota: La Marea alta del socialismo fue un término que se acuñó cuando en 1955 los resultados de la cooperativización agraria superaron las esperanzas más optimistas del propio Mao. Este suceso fortaleció su fe en el poder de la voluntad y conciencia humanas para moldear la realidad social.

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Lecciones de la Guerra Fría

Este proyecto de Guerra Fría (GF en adelante) lleva más de 4 años de existencia, conviene hacer un cierto balance y compartirlo con mis seguidores.

Básicamente el concepto de Guerra Fría abarca un cierto periodo de tiempo (desde el final de la IIGM hasta el colapso de la Unión Soviética) y un conflicto ideológico entre dos superpotencias (Principalmente la URSS y EEUU). Me centraré con este artículo en el segundo aspecto.

Me he hecho varias veces la pregunta de contra qué combatía la Unión Soviética, la respuesta puede parecer obvia, contra el Capitalismo, pero me resisto a interiorizar la terminología del bando perdedor. Para los políticos del Kremlin, capitalismo significaba muchas cosas y agrupaba un montón de sistemas políticos (Repúblicas federales constitucionales, repúblicas centralistas, monarquías parlamentarias, dictaduras de varios tipos, etc.). Una forma de aglutinar este panorama complejo era hablar de “países burgueses” o “capitalistas”, término opuesto al de “república socialista soviética” con la que ellos se identificaban.

En mi opinión -reconozco que no he encontrado consenso histórico en las fuentes que he manejado, lo que me da pie a la especulación- lo que combatían estos apparátchik era el concepto de Sociedad Abierta que magistralmente describió Karl Popper en su ensayo “La sociedad abierta y sus enemigos”. Sostendré en este artículo que la GF fue una lucha por imponer el sistema político perfecto al resto de países del globo, que se utilizaron medios lícitos e ilícitos, para convencer a la opinión pública mundial de que cada bando representaba unos valores, que impulsarían a la humanidad a un estado definitivamente superior caracterizado por: una paz mundial, una satisfacción de las necesidades vitales básicas en todos los países, una exploración guiada por el Estado -lo que incluía el cosmos- para descubrir nuevos recursos y unos valores que evitarían al género humano vivir bajo el yugo del fascismo o del colonialismo (entendidos estos conceptos de una manera que ha evolucionado históricamente).

La conclusión de este periodo o lo que es lo mismo, el quién ha ganado la GF, se responde de muchas maneras. Por eso me parece pertinente exponer algunas reflexiones que pueden llevar a una conclusión. No he encontrado ningún autor que sostenga que la GF la ganó la URSS, como mucho he encontrado analistas que afirman que la GF no concluyó en 1991 sino que se mantiene actualmente –afirmación que no apoyo porque el contexto geopolítico ha cambiado considerablemente, aunque no podamos hablar de un periodo «postGF» que haya cuajado suficientemente-. Tampoco se puede sostener tajantemente que la GF la ganó EEUU, más bien les pilló por sorpresa a sus servicios de inteligencia y no existen evidencias de que estuvieran detrás del Golpe de estado que le dieron a Gorbachov.

Me inclino a pensar que el sistema soviético colapsó por sus propios errores y que debemos sacar provecho de que el experimento político comunista dejó a un gran país (Rusia) y a varios de sus “satélites” con un retraso económico considerable, una carencia de libertades públicas sin parangón en la Historia contemporánea, y una amenaza a la vida en la tierra, como resultado del arsenal nuclear desplegado –algunos dirán que semejante al de EEUU, pero ese sería otro debate-. Todo ello me lleva a reforzar mi confianza en el ser humano, por cuanto es capaz de poner fin a los problemas que impiden llevar una vida plena, diré abiertamente ¡la URSS nunca más!.

Y si les interesa conocer cómo han hecho evolucionar mis creencias políticas los hechos de la GF, debo exponerles mis creencias personales y mi posicionamiento al respecto. Estos son mis 10 principios y, si no les gustan… no tengo otros –como diría en afirmativo Groucho Marx-.

-Creo en el pluralismo
-Creo en la declaración universal de derechos del ser humano
-Creo en la democracia representativa
-Creo en el imperio de la Ley
-Creo en las elecciones libres
-Creo que el bien común es la suma de todos los intereses y necesidades de los ciudadanos, sin más exclusiones que las que defina la Ley democrática
-Creo en el derecho a la propiedad
-Creo en el librecambismo
-Creo en que el papel del Estado respete la libre iniciativa, salvo las iniciativas que pretendan destruir o socavar al Estado democrático
-Creo en que se debe combatir cualquier ideología totalitaria. 

Por lo tanto me dispongo a hacer apología de la Sociedad abierta y de cuantos avances sociales, políticos y económicos que hemos heredado los ciudadanos democráticos, para hacer que perdure nuestro modo de vida y que evolucione a través de las generaciones que vengan después.

@salenko1960 diciembre 2020

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EL COVID-19 Y EL DESASTRE DE CHERNOBIL, SIMILITUDES Y CONSECUENCIAS

El 26 de abril de 1986 los habitantes de Prípiat, cerca de Chernobil fueron testigos de una explosión que provenía de la cercana central nuclear. Más tarde se supo que el reactor había quedado al descubierto y que estaba arrojando al aire toneladas de material radiactivo, en una proporción cinco veces mayor que la bomba de Hirosima.
La pandemia del coronavirus se ha extendido por los cinco continentes y pone en cuestión la forma de manejar esta situación de las autoridades de los países afectados (casi todos los del mundo). Veamos a continuación si un mejor conocimiento de la gestión soviética durante este episodio de la Guerra Fría, hubiese servido para gestionar este asunto de manera que refuerce nuestro sistema de gobierno o, por el contrario debilite la gobernanza en nuestro país y frene la recuperación económica; sin tener en cuenta el número de muertos tan elevado, especialmente entre los profesionales sanitarios.

Confiar en las autoridades a pesar de que sabes que te están engañando
La primera consideración es que al ciudadano le resulta difícil confiar en los políticos porque sabe que le mienten sistemáticamente. Buscan el interés partidista difuminando el interés general y buscando el cortoplacismo cuando la situación apenas tiene precedentes.
A pesar de lo cual, la población soviética tenía muy en cuenta las advertencias que recibieron de las autoridades y se protegieron, en un alto grado, tomando los medicamentos y adoptando las medidas que les eran sugeridas (cuando no se las imponían directamente).
Este factor psicológico que implica un choque interior en la mente de cada uno, resulta de vital importancia cuando lo que está en juego es la salud, pero de ello se deriva la necesidad psicológica de encontrar culpables para descargar la frustración que genera el miedo a contagiarse.
En definitiva, las peronas al cargo de la situación son las que reciben mejor calidad de información (pese a su sesgo político) lo que les hace estar en la mejor posición para la toma de decisiones. En nuestro estado autonómico, ello puede llevar a una descoordinación entre administraciones con la que tendrá que lidiar el Gobierno Central.

Falsa sensación de seguridad, exceso de confianza
El primer mensaje que conviene interiorizar al gestor público es que la situación no es tan grave como la pintan los pesimistas. Que se puede capear el temporal adoptando una serie de medidas fáciles y que la normalidad se restablecerá con rapidez.
En este caso, la fuerza de los hechos presenta unos acontecimientos radicalmente distintos a esta forma de pensar. Como en Chernobil, los voluntarios y profesionales que acuden a sofocar el incendio, lo hacen sin la debida protección; lo que acaba en un altísimo índice de mortandad, semejante a lo que les ha pasado a los sanitarios españoles. La voluntariedad no debe ser excusa para que las autoridades preserven la salud de quienes tienen que cuidar al resto de la población, so pena de colapsar el sistema y provocar la muerte de personas con un índice de contagio curable, porque no reciben los cuidados apropiados.
Una vez superada la fase álgida de los contagios, es conveniente que los ciudadanos se acostumbren a gestionar un cierto nivel de respeto a los asuntos de salud (usando para ello los medios de protección sin reservas), para incorporarlos a nuestra vida diaria, sin que ello nos impida disfrutar de las cosas buenas que están a nuestro alcance; de la misma manera que nos cepillamos los dientes sin por ello vivir obsesionados por el riesgo de contraer una enfermedad bucodental.

Falsa protección de voluntarios y profesionales en una primera fase
Los bomberos y soldados que acudieron a la central de Chernóbil dejaron sus vidas en el empeño, de forma similar al personal sanitario que atiende la pandemia en España. Buscar medios de protección adecuados (EPIs) no siempre resulta sencillo, sobre todo si tenemos que llevarlos encima durante una jornada laboral alargada por las necesidades del servicio. La responsabilidad de las autoridades es dotarse de aquellos elementos que garanticen una protección eficaz, dejando al profesional la posibilidad de elegir aquellos que se adapten mejor a sus características y proprocionando la información que les permita hacer una elección responsable.
Los policías además tienen una elección más complicada al depender de diferentes niveles administrativos (según sean cuerpos nacionales, autonómicos, locales…). Sin menoscabar la necesidad de una norma general, el papel del ejército consigue un nivel de homogenización en los EPIs que llega muy lejos, por su efecto modelizador (al aparecer en las noticias los soldados protegidos de manera uniforme) y por la obligatoriedad que se les impone en su utilización. En el caso de Chernobil, el papel del ejército rojo fue determinante pasadas las primeras semanas de la contaminación radiactiva, al llegar los primeros informes acerca del número de personas contaminadas.

Cambiar tus hábitos
La higiene, la limpieza no hará ningún daño a la mayoría de la gente (excepto a los afectados por trastornos obsesivos del comportamiento). El respeto de las distancias puede resultarnos antinatural al principio pero seguro que acabaremos encontrando la manera de adecuarla a nuestro estilo de vida. La información será la mejor arma para el ciudadano pero tendrá que estar adecuada a las diferentes sensibilidades y capacidades.
En la serie de HBO «Chernóbil», dirigida por Johan Renck se pone de manifiesto que fueron muchos colectivos los que trabajaron para combatir el desastre, hasta convertirlo en un ejemplo de colaboración que dio una lección de altruismo al resto del mundo. Estoy pensando en la brigada de mineros que concluyeron los trabajos para excavar un túnel que pasara por debajo del reactor, para lograr bajar la temperatura del mismo. Si para ello hay que trabajar desnudos, no importa si logramos con ello el resultado esperado.

Rastrear críticamente las fuentes de información
En el estado de confinamiento al que obliga el Estado de Alarma, debemos depurar la manera en la que nos informamos de lo que pasa en el exterior. En los tiempos de Internet, la pluralidad está al alcance de casi todos.
Los contactos telefónicos o de otro tipo con aquellas personas que merezcan nuestro respeto ayudan a formarse un juicio cabal de la evolución global y de las expectativas razonables, que nos permitirán acortar los plazos y sobrellevarlos con la mayor comodidad que podamos permitirnos.
Buscar fuentes de información que radiquen en el extranjero puede ser una muy buena opción, a fin de cuentas, hay un alto grado de politización en los medios de comunicación por lo que una visión alejada de esos intereses permite ver lo que pasa, con más perspectiva y neutralidad. Si aceptamos la teoría de que esto es una guerra, ya sabemos que la verdad será la primera victima, como pasó en el caso del conflicto que enfrento a los norteamericanos en Vietnam (vease la película «Los archivos del Pentágono» 2017).

Reforzar las relaciones con tu gente
Como dicen los biólogos, los hombres no hemos abandonado completamente nuestra condición de primates evolucionados. Por lo tanto debemos actuar considerando nuestros vínculos con otros semejantes, familia, amigos, compañeros, etc. Es una buena elección dedicar parte de nuestro tiempo a reforzar la comunicación con nuestros allegados por lo que pueda depararnos el futuro.

Lo difícil que resulta a las autoridades adoptar decisiones difíciles
Es muy cruel ser un alto cargo en estas condiciones y saber que de tus decisiones se derivan sufrimiento y muertes de tus compatriotas. De la misma manera que se tuvo que desalojar Prípiat y otras localidades (mucho más tarde de lo que aconsejaban los niveles de radiación recibida por la población), las autoridades se resisten a adoptar el punto de vista de los que traen las noticias más crudas, porque ser conservador en la toma de decisiones casi siempre resulta lo más razonable. Hasta que aparece el efecto «Cisne negro» (un fenómeno altamente improbable pero de consecuencias nefastas, como una crisis financiera sistémica, léase a Nassim Nicholas Taleb), algo que no tiene precedentes. Llegados a este punto, los puntos de vista tradicionales no obtienen los resultados esperados. En la Unión soviética, se dispuso de un número ingente de autobuses para evacuar a toda la población de la zona con el mensaje de «lleven sólo una maleta, pronto estarán de vuelta». Hasta hoy la ciudad sigue abandonada, aunque la central nuclear funciona con normalidad.

Recelar del adjetivo «científico»
Este es el témino más peligroso en manos de un político sin escrúpulos. La ciencia moderna, si por algo se caracteriza, es por su prodigiosa pluralidad. No existe un punto de vista acogido de manera extensa por la comunidad científica que no encuentre el contrapunto de una o más teorías alternativas. Del debate abierto y sincero se producen recombinaciones simbióticas de las ideas que nos llevan a nuevos paradigmas.
El espíritu crítico es el mejor compañero de viaje en tiempos de incertidumbre, junto con una mente abierta al cambio de ideas, si los resultados lo apoyan. Esto lo expliqué en mi blog de Liderazgo Evolutivo, http://liderazgoevolutivo.com/blog/articulo.php?id=atrevete-a-saber.

Analizar las redes sociales
Este peligroso compañero de viaje es uno de los elementos que hace única a esta pandemia. Por un lado nos refuerza en nuestros puntos de vista, por otro nos intoxica con la actuación de cuentas que difunden noticias falsas; pero lo importante es que nos ayudan a reflexionar y esto nos acerca a formarnos opinión de lo que está pasando. El cerebro es una máquina de prever el futuro, esto hace que no soportemos las incertidumbres, si no tenemos información, nuestro cerebro la inventará. Calibrar nuestros puntos de vista con nuestros seguidores refuerza nuestro estado de ánimo y, como consecuencia, potencia nuestro sistema inmunológico; lo que es una buena noticia para combatir una infección.
Nuestro estado psicológico es una variante más de nuestro estado de salud general. Mantener los músculos activos es tan importante como mantener nuestra mente despierta. Para los que disponemos del teletrabajo, convertirlo en una opción prioritaria será importante para humanizar las relaciones laborales.

Adaptarse al teletrabajo
Muchos hemos tenido que adaptarnos a esta nueva realidad laboral precisamente por el riesgo de contagio. En esta situación ya no valen las excusas que justifican unos pobres resultados. Con el teletrabajo tú eres tu propio jefe y tu jefe se convierte en un cliente prioritario. Acondicionar tu espacio y saber desconectar de tus tareas en forma razonable, es un arte que debes adaptar a tus circunstancias personales.
Puede que esta sea una de las consecuencias positivas que nos ha traído este despiadado virus, para analizar esta cuestión dedicaré el último punto. Lo cierto es que el propio Warren Buffet duda del futuro de las oficinas si el teletrabajo se generaliza de forma razonada.

Buscar posibilidades a las dificultades económicas
Todavía no sabemos ni cómo ni cuando recuperaremos nuestro nivel de vida, ni las circunstancias que tendremos que afrontar para lograrlo. Mi estudio de la Guerra Fría me ha llevado a sacar algunas conclusiones.
Los valores tradicionales pueden verse alterados. Si los gobiernos necesitan liquidez para hacer frente a los ingentes pagos que se avecinan, de algún sitio saldrá el dinero. Sin entrar en las patrañas populistas que se difunden a este respecto, en cuanto a hacer que los ricos sean quienes paguen más (eslogan archiconocido por los partidos vinculados al comunismo), lo cierto es que tanto partidos de derecha como de izquierda han metido presión a las diferentes capas sociales cuando las necesidades del Estado así lo requerían (pensemos en la implantación del nuevo marco alemán que supuso una requisa del 90% del dinero acumulado por los ahorradores para reconstruir las infraestructuras afectadas por los bombardeos de la II Guerra Mundial.
O en el otro bando, las reformas agrícolas colectivizantes, que afectó a las zonas de explotación agrícola, a costa de rebajar la productividad de las mismas.
Un último ejemplo es lo que Mao denominó «El gran salto adelante» que se saldó con la muerte por hambre de decenas de millones de chinos.

El valor de la resiliencia
La resiliencia puede hacer que acabemos superando esta pandemia -que tantas cosas buenas nos está quitando- con nuevas habilidades que descubriremos precisamente por haber sido expuestos a la misma. Por ejemplo el valor de las pequeñas cosas y que hemos recuperado al disponer de una mayor cantidad de tiempo dedicada a pensar en nuestra vida. Priorizar las cosas que dábamos por inalterables como nuestros derechos y libertades, nuestros seres queridos, nuestras fuentes de ingresos, etc.
Consumir de forma responsable, entendiendo por responsable aquello que de un sentido a nuestro paso por este mundo.
Puede que podamos dedicar tiempo a reorganizar el espacio que ocupamos y que ocupan nuestras cosas. En mi caso he expurgado una considerable cantidad de papeles, documentos y objetos prescindibles.
Tomar conciencia de la necesidad de ocuparnos de nosotros mismos, de nuestra higiene, nuestra protección y el mantenimiento de la salud.
En definitiva, acercarnos más a la mejor versión de nosotros mismos.

@salenko1960 mayo 2020

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El discurso secreto de Jruschof

Jrushchov, Krushchev, Jrushchev o Krushchof son la misma persona, el apellido de este Secretario General del PCUS[i] se transcribe al castellano con dificultad, por eso lo podemos ver escrito de las cuatro formas anteriores siendo la clave el método de transliteración que empleemos –del alfabeto cirílico al latino-. Nikita Serguéievich Jruschof (en ruso: Ники́та Серге́евич Хрущёв) fue secretario general entre el año 53 y el 64 del siglo pasado.

Su exposición a puerta cerrada (en el XX Congreso del Comité Central del PCUS) de este discurso causó un gran impacto dentro y fuera de los países socialistas, porque era la primera vez que el mandatario más importante ejercía una crítica durísima frente a la actuación de un mandatario anterior (Josif Stalin), constituyendo un ejercicio de autocrítica sobre la forma en que se debía liderar la vía hacia el socialismo desde la autoridad estatal. Dicho en otras palabras, Jrushchov respondía a las siguientes inquietudes para inspirav a los asistentes, ¿cuál es el papel del Estado frente a la disidencia ideológica? ¿existe alguna forma de realizar autocrítica sin salir de la ortodoxia comunista? Y aún más ¿qué suerte deben correr los disidentes cuando exponen abiertamente sus puntos de vista? ¿es el camino hacia el socialismo un debate público y abierto o es mejor que lo decida un solo hombre?.

Se puede acceder al texto completo en internet, entrando en páginas vinculadas al movimiento comunista (https://www.marxists.org/espanol/khrushchev/1956/febrero25.htm) o, como en mi caso,  a través del texto facilitado por el Departamento de Estado norteamericano del 4 de junio de 1956 y publicado en el libro “Kruschef recuerda”[ii]. Esta difusión de un texto comunista con fondos públicos norteamericanos –en mitad de la Guerra Fría- da idea del impacto que debió tener el contenido de este discurso, lo que pretendo exponer en esta entrada de blog es las razones por las que adquirió importancia este texto y si tiene alguna repercusión en nuestros días, ahora que empieza el año 2020 con sonido de tambores de guerra en la Región del Ásia Occidental[iii].

Una de las dificultades de extractar este texto es su extensión (56 páginas),  Jrushchov dedica sus primeras palabras  a desautorizar al fallecido Stalin por su obsesión a instaurar un culto a su personalidad que contrastaba enormemente con los hechos históricos. Jrushchov lo sabía de primera mano porque había sido uno de sus más cercanos colaboradores y no le faltaban argumentos para ejemplificar esta obsesión que caracterizaba al líder georgiano.

Para reforzar la autoridad de sus argumentos, el entonces Secretario General recurre a Vladimir Illich Lenin, una incontestable figura del comunismo soviético, incontestable en aquel momento por las autoridades estatales soviéticas, hasta el punto en que ya se declaraba la doctrina marxista-leninista como la guía oficial del Estado soviético.

Jrushchov advierte al XX Congreso de los daños ocasionados por el culto a la personalidad de Stalin, lo contrapone a la manera de dirigir el propio Lenin y habla abiertamente de “violación del principio de la dirección colectiva”, “intervención del pueblo como creador de la Historia”, “la misión rectora y organizadora del partido” y “el papel del Comité Central”. Concluye esta parte con la convicción de Lenin a la hora de diferenciar entre los conceptos de héroe y muchedumbre como extraños al marxismo.

Posteriormente hace hincapié en que Lenin ya conocía la inclinación de Stalin a abusar del poder, mencionando la carta de Nadezhda Konstantinovna a Kamenev y otra del propio Lenin a Stalin pidiéndole que se retracte de sus insultos y amenazas soeces que había proferido hacia su compañera. Se pone de manifiesto la doble postura que manejaba Stalin, una de cara al partido y otra a la hora de conseguir sus propósitos. Las cuestiones personales, se hacen públicas para ilustrar la hipocresía del georgiano.

En el siguiente apartado Jrushchov desmenuza la forma en que se gestionó la batalla contra los partidarios de Trotski. Se refiere a la contienda ideológico-política que se desató en el interior del Partido, el papel de Stalin que, en un primer momento califica como claramente positivo. Los beneficios derivados de haber vencido con argumentos a los trotskistas y de los cambios que se produjeron posteriormente en el tejido productivo, evitando la restauración del capitalismo. Califica estas propuestas de Trotski como «desviacionismo derechista». Concluye señalando que, cuando los oponentes ideológicos habían sido derrotados, es cuando Stalin inicia la represión violenta (desde 1935 hasta 1938). Se acuña el concepto de «enemigo del pueblo», se procesa a los rivales con los elementos de represión del aparato gubernamental, las únicas pruebas de culpabilidad son las «confesiones» obtenidas mediante presiones físicas ejercidas sobre los individuos.

Para destacar la mala fe de Stalin, indica que muchos enemigos del Partido habían sido compañeros de Lenin, lo que apunta a una suerte de depuración interna para erradicar el legado del padre fundador del partido bolchevique. El georgiano relega al olvido el método leninista de convencer y educar.

Como soporte de estas afirmaciones, recuerda algunos casos conocidos por la mayoría de su auditorio, el de Kamenev y Zinoviev, el de S.M. Kirov, el camarada Eikhe -que envió una declaración a Stalin diciendo que «No existe una desdicha más amarga que la de estar encerrado en las cárceles de un Gobierno por el que he luchado toda mi vida»-. La exposición de este caso generó una respuesta de indignación en la sala, Jrushchov informó de que este camarada, fusilado por Stalin, había sido rehabilitado a título póstumo.

Tras estas pormenorizadas exposiciones del Secretario General, la sala ya había dado muestras de incertidumbre e inquietud, favorables al cambio de criterio que se les avecinaba.

Lo siguiente que hizo Jrushchov fue revisar el papel de Stalin durante la gran guerra patriótica (así se conocía en la URSS la II Guerra Mundial). Señaló que el georgiano logró una gran acumulación de poder tras haber aplicado una política de purgas y persecuciones indiscriminadas.

Incide en las señales previas que Stalin desatendió para justificar su trágica alianza con Hitler. En concreto recordó el afán de Hitler por liquidar el comunismo en Alemania desde el momento en que ocupó el poder. El aviso personal que le envió Chuchill sobre las intenciones del ejército alemán que estaba reagrupando fuerzas con la idea de atacar Rusia. Pese a lo cual, el georgiano dejó de tomar las medidas para preparar la defensa del país y evitar ser cogidos por sorpresa. El resultado fue que muchas regiones resultaron totalmente indefendibles ante el avance nazi debido a que las armas viejas habían sido retiradas sin haber habilitado aún las nuevas.

El estado de estupefacción de Stalin ante el imparable avance alemán en los primeros días de la operación Barbarroja[iv], es un hecho histórico constatado por varias fuentes. Jrushchov aporta su propia experiencia personal para acreditar este episodio que fue contundentemente refutado por las fuentes oficiales del momento, para silenciar esta «realidad incómoda» que oscurecía las dotes de liderazgo del Mariscal Stalin. El Secretario General refiere una llamada telefónica que realizó al Generalísimo para resolver la situación en el frente de Ucrania, Malenkov le indica que Stalin ya ha estudiado la situación y que no piensa ponerse al teléfono (pese a encontrarse a unos pocos pasos), el resultado fue la pérdida de cientos de miles de soldados del Ejército Rojo. Pese a lo cual la propaganda se encarga de propagar la imagen de un Stalin dotado de un genio militar inalcanzable, tomando decisiones en una sala con sillones vacíos donde se ignora el papel alto mando militar, del Buró político y del Gobierno.

Para Jruschof la realidad fue muy distinta, expone:”…los que aseguraron la victoria en la guerra patriótica fueron, en lugar de Stalin, el Partido como un todo, el Gobierno soviético, nuestro ejército heroico, sus jefes inspirados y sus valientes soldados, la nación soviética entera.” La sala reacciona con calurosos y prolongados aplausos.

Jruschov, pese a notar que el ambiente le era favorable –a juzgar por las reacciones de los asistentes- incide en un asunto que considera aún más grave, la deportación en masa de naciones enteras. Menciona los casos de los pueblos Karachai, Chechen e Inguch, trasladados a lugares muy alejados de sus territorios originales por una oscura sospecha de colaboración con los invasores. Expone que se planteó incluso la deportación de los ucranianos pero que se descartó esa posibilidad porque no se encontró un territorio lo suficientemente grande. A continuación incide en la manía persecutoria del georgiano, oportunamente aprovechada por Beria (responsable del KGB y recientemente ejecutado). El conflicto con Yugoslavia es otro ejemplo de la paranoia del dictador rojo, que sólo acabó cuando el asunto del Complot de los médicos le llevó a dispensarle de una atención adecuada -cuando el generalísimo fue víctima de un ataque- lo que, a la postre, le ocasionaría la muerte. (606)

Para señalar los daños ocasionados al Partido y, en definitiva, a la causa bolchevique, recuerda que el fallecido gobernó la nación con decisiones personales que evitaban el debate colectivo, las reuniones del Buró Político solamente tenían lugar muy de cuando en cuando y creando comisiones a su conveniencia.

Concluye Jruschof proponiendo que nada de lo expuesto anteriormente debe traspasar los confines del partido. De este modo justifica que el asunto sea tratado en una sesión secreta del que permita confesar las limitaciones del sistema pero evitando regalar municiones al enemigo. Hace un llamamiento para que regrese la práctica sincera de la doctrina marxista leninista, dando protagonismo al pueblo como creador de la historia e impulsando la victoria del comunismo. Justifica la necesidad de preparar un buen libro de texto sobre la historia del partido.

A la luz de los acontecimientos posteriores, la práctica de la autocrítica no fue integrada en el PCUS, pese a lo cual Jruschof padeció un golpe de Estado que le apartó del poder. En el ámbito de la política exterior debilitó muchísimo las relaciones con otros partidos comunistas (especialmente los de la Europa occidental, impulsando distintas vías hacia el socialismo, lo que terminó por acuñar el concepto de “eurocomunismo” en los años 70), con la Yugoslavia de Tito y con la China de Mao. Pese a lo cual, hay que reconocer que fue la única autocrítica oficial que se dio a la dictadura estalinista.


[i] Partido Comunista de la Unión Soviética

[ii] Edit. Prensa española, Madrid, 1970.

[iii] Una de las zonas geopolíticas en las que divide el mundo la Organización de Naciones Unidas (ONU) https://es.wikipedia.org/wiki/Asia_Occidental

[iv] Nombre que dio Hitler a la ofensiva contra la URSS en la 2ªGuerra Mundial

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Sigue la Guerra Fría 1955-1965 Podcast

Mis amigos de Antena Historia han publicado otro podcast con mis contenidos de este periodo, incluye música (a partir del minuto 2h.:58 min.) y películas (3h.:20m.). El aspecto central es la confrontación entre Kennedy y Krushchev, con la crisis de los misiles de Cuba como punto álgido de esta confrontación.

Los temas tratados incluyen:

El mandato de Eisenhower

El mandato de Jrushchov

La caída de Jrushchov, el ascenso de Brezhnev

Kennedy y la respuesta flexible

La Guerra de Vietnam

La revolución húngara

La triada nuclear (Bombarderos, submarinos y misiles)

La Carrera Espacial. Werner Von Braun y Serguei Korolev

Las conversaciones de prohibición de armas nucleares.  (Los tratados de Desarme)

El muro de Berlín. El teatro europeo de operaciones.

La revolución cubana. Crisis de los misiles

La ruptura chino-soviética

La relación Kennedy-Jrushchov

Johnson y los derechos civiles

El frente nacional soviético (1955-1965)

Los procesos de Descolonización.

También disponible en Ivoox https://www.ivoox.com/06x11hdlg-sigue-guerra-fria-1955-65-audio-mp3_rf_46023995_1.html

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Comienza la Guerra Fría (podcast)

Mis amigos de Antena Historia han publicado el primer podcast dedicado a los primeros diez años de Guerra Fría. Tocamos los siguientes temas:

  1. Introducción: el inicio de la Guerra Fría.

1.1 Las consecuencias de la paz y las discrepancias ideológicas de los aliados.

1.2  El  nuevo “tablero” de juego europeo:

– El proceso de desnazificación.

– El Plan Marshall (1947-1951).

– El bloqueo de Berlín (1948-1949).

– La creación de los bloques: OTAN (1949) versus Pacto de Varsovia (1955).

– La diplomacia nuclear: el factor de la “bomba atómica” en las relaciones internacionales.

– La generación del Baby Boom (1946-1964).

 

  1. Liderazgo durante la primera década de la Guerra Fría.

2.1 Iosif Stalin (URSS).

2.2 Harry S. Truman (USA).

2.3 Winston Churchill (GB).

2.4 Nikita Jrushchov/Kruschev (URSS).

2.5 Dwight D. Eisenhower (USA).

 

  1. Una nueva cultura se abre camino: música en los años 40 y 50

3.1 Bloque soviético:

-Klavdiya Ivanovna Shulgenko: “Cielito Lindo”/“Chelita” (1949).

-Rashid Majid oglu Beybutov; “Servidores Duet y criadas (1948).

– Vladimir Aleksandrovich Nechaev: “Es bueno ser joven” (1956).

3.2 Bloque occidental:

– Frank Sinatra: “Begin the Beguine” (1946).

– Glen Miller y Benny Goodman: las grandes orquestas.

– Apogeo mundial del Jazz, a partir de la década de 1950.

– Nacimiento del Rock and Roll (Elvis Presley, Bill Halley).

– La música en España: Lola Flores (“la Zarzamora”) y Antonio Machín (“Yo te diré”) (1946)

Aquí os dejo el enlace. ¡Que lo disfrutéis!

Enlace…

https://antenahistoria.wordpress.com/2018/07/20/ah-49-comienza-la-guerra-fria/

@Salenko1960             Julio 2018

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Tercera singladura, Brezhnev – Nixon 1969 1974

SITUACIÓN PREVIA

En el año 68, la situación en la URSS se había consolidado tras el golpe que derrocó a Jrushchov, en EEUU se presentaba a las elecciones presidenciales un viejo conocido del partido republicano, nuestro protagonista Richard Nixon. Mientras que en Europa se producen las manifestaciones de descontento obrero-estudiantil conocidas como “el mayo del 68”, su correlato en la zona oriental se convierte en un frente por el pluralismo que busca abrir una brecha que permita la libre expresión de ideas rompiendo el monolitismo del partido único, hasta que Brezhnev acabe manu militari con este movimiento.

En China, tras la debacle de la revolución cultural de 1966, se empieza a forjar un sentimiento antisoviético que se ve respaldado por la actuación de Brezhnev en Checoslovaquia y su justificación moral “cuando hay fuerzas que son hostiles al socialismo y tratan de cambiar el desarrollo de algún país socialista hacia el capitalismo, se convierten, no sólo en un problema del país concerniente, sino en un problema común que concierne a todos los países comunistas”. Uno de los clientes soviéticos en Asia es Vietnam, donde la guerra se ha intensificado sin que se produzca un avance reconocible de las fuerzas norteamericanas.

Al contrario, la población estadounidense se manifiesta en contra de esta guerra que expone al sufrimiento y a la muerte a la población más joven y de clase humilde. Nixon promete en campaña acabar con ella. Otro asunto interno era el desarrollo de los derechos civiles que habían sido otorgados por el presidente Johnson pero que no significaron el final de los asesinatos ni de los disturbios, fueron años de agitación social que movilizaron a los votantes republicanos.

En la carrera espacial, EEUU toma la delantera con el proyecto Apollo, mientras que en la URSSS fallece en 1966 el ingeniero jefe de su proyecto espacial, Serguéi Koroliov. Desde ese momento se suceden los fracasos misilísticos más significativos, lo que no impide que el régimen soviético alcance la paridad en armamento nuclear con los EEUU.

EL PERFIL DE BREZHNEV

De orígenes humildes, Leónidas Brezhnev accede al poder con 57 años, es el primer comandante en jefe educado en parte dentro del comunismo. Se le considera un estalinista, aunque no continuó fidedignamente con la política de Stalin porque las circunstancias eran distintas. Le toca vivir la Gran Guerra Patria como oficial porque se mantuvo fiel al ideario del partido, la guerra le trasforma profundamente pero no acaba con su carácter jovial y entusiasta. De su padre asume los males del fascismo, convirtiendo un dicho suyo en un asunto recurrente para su desempeño político, lo llamaron “el sermón de la montaña”.

Cuando fue nombrado Secretario General casi nadie esperaba mucho de él, tan solo que acabase con las incongruencias de su antecesor. Buscó una asociación de conveniencia y la encontró en las figuras de Andrei Gromiko (Ministro de Exteriores) y de Yuri Andropov (Director del KGB). Como línea estratégica, se propuso evitar la guerra con EEUU a toda costa y buscar el reconocimiento internacional.

Los tiempos en los que la dirección autoritaria era inevitable dentro de un sistema rígido habían pasado, dentro del Politburó (nombre con el que se volvió a nombrar el máximo órgano de gobierno en la URSS) cabían distintas posturas. Una de ellas era la de los militares radicalizados, partidarios de una confrontación directa con el Capitalismo y con los más moderados. Las discusiones eran “a cara de perro” y el papel del líder era más propio de un apaciguador que de un dictador. Ese papel le encajaba perfectamente a Brezhnev porque detestaba los enfrentamientos y los extremismos.

Durante la crisis de Checoslovaquia en 1968, se vio un Brezhnev muy inseguro, con temblor en las manos. De esa época se deriva su afición a tomar tranquilizantes, lo que acabaría siendo un hábito devastador para su salud.

Para promocionar su imagen en el exterior, cultivó una provechosa relación con Willy Brandt (Canciller de la RFA) y acabaron siendo amigos, hasta el punto de celebrar la caída de Walter Ulbricht al frente de la RDA. Acabaron firmando un pacto de no agresión y propiciaron un acuerdo de colaboración entre las dos Alemanias.

En relación con los EEUU, apoyó la retirada de Vietnam y trató con mucha deferencia al consejero de seguridad nacional Henry Kissinger, lo que favoreció la distensión entre las dos superpotencias. Mientras que en política interna se mantuvo siempre como un obstinado antirreformista. En su relación con Nixon, hubo un alto grado de entendimiento debido a que Brezhnev se encontraba en plena forma y mostró todas sus habilidades como negociador. Las personalidades de ambos acabarían coincidiendo progresivamente.

Como líder, tomó conciencia de sus limitaciones y compensó su inseguridad con su proyecto de distensión, lo que le llevó a lograr un apoyo abrumador en el pleno de abril de 1973. Podemos considerar que Brezhnev fue un paso necesario para la transición a Gorbachov.

EL PERFIL DE NIXON

Richard Nixon provenía de una familia humilde y muy religiosa de California, era el segundo hijo varón, pero su hermano murió debido a una enfermedad pulmonar. Desde pequeño aprendió el valor del esfuerzo y el sacrificio y destacó por su gran tesón en los estudios. Tuvo que conformarse con estudiar Derecho en una universidad modesta, aunque, si hubiese tenido dinero suficiente, podría haber entrado en Harvard. Esta característica de tener que competir con hijos de papá a los que se les abren todas las puertas, le acompañaría en buena parte de su carrera política.

Su carácter competitivo le llevó a jugar al fútbol americano, pese a que no disponía de un gran físico, compensaba su escasa potencia con una tenacidad a prueba de bombas. Otro aspecto determinante para su carrera es que se alistó en la Armada durante la segunda guerra mundial, para disgusto de su madre, quien, como cuáquera que era, hubiese preferido que mantuviera el pacifismo propio de su religión. Allí aprendió a jugar al póker y destacó por su capacidad de jugar de farol.

En cuanto se le propuso entrar en política, puso de manifiesto que sabía cómo ganar a sus oponentes, manteniéndose centrado en la campaña y mostrándose despiadado en los debates. Destacó por ser un anticomunista convencido, logrando arruinar la carrera de algunos de los que se cruzaron en su camino, incluso deformando la verdad, lo que le hizo merecedor del apodo de Tricky Dick (Richard el tramposo).

Sus carencias a la hora de fomentar unas relaciones sociales saludables le llevaron a no mostrar fácilmente confianza hacia los demás. Desde joven le había costado hacer amigos, aunque siempre fue admirado por su espíritu ganador, pero, cuando desafió a la prensa liberal, todos sus logros se vieron minusvalorados por sus debilidades morales y su tendencia a no ser completamente honesto. Aunque el juicio histórico no resulta favorable para Nixon, dado que fue un presidente que tuvo que dimitir por su mala praxis en el caso Watergate, lo cierto es que hizo cosas muy valiosas para América y para asegurar la paz mundial.

ACONTECIMIENTOS

Pese a que Nixon tenía un pasado claramente anticomunista, en política prefirió ser pragmático. Aprovechó el acercamiento con la URSS para evitar el riesgo de un conflicto directo y para racionalizar el gasto militar que acarreaba la carrera de armamentos y el costosísimo conflicto de Vietnam. Este periodo de acercamiento entre los dos contendientes fue bautizado como “distensión” (detente en francés).

Para acabar con esta guerra, Nixon nombró Consejero de Seguridad Nacional al profesor de Harvard Henry Kissinger. La crítica de éste a la manera en que las anteriores administraciones habían gestionado el asunto de Vietnam le llevó a proponer una compleja solución a tres bandas. Por un lado, había que involucrarse con los chinos para debilitar las vías de suministro del Vietcong, para ello era mejor impulsar las vías diplomáticas. Por otro lado, aprovechar el contexto geopolítico que se creaba con la distensión para acercarse a los soviéticos, debilitar la postura intransigente de los nordvietnamitas y obligarles a ocupar posturas más flexibles en las conversaciones de paz. Por último, negociar con el Vietcong una salida honrosa para el ejército norteamericano que permitiera un régimen anticomunista en Vietnam del Sur.

Nixon no tenía ninguna intención de abandonar el régimen del militar Nguyen Van Thieu pese a tener muy poco de democrático, pero tenía claro que el conflicto tenía que acabar. Hanoi (capital del norte) no aceptaba un Vietnam dividido y consideró la disminución de las tropas norteamericanas un incentivo para no alcanzar acuerdo de paz alguno. Sin anunciarlo públicamente, trató de debilitar al ejército nordvietnamita bombardeando sus bases en la vecina Camboya (la conocida como ruta Ho Chi Minh), esto le predispuso en contra de Kissinger y de los políticos de Washington. El resultado fue contrario a los intereses de EEUU, cuando las tropas se retiraron de Camboya, la mitad del país estaba en manos de los comunistas “jemeres rojos” (mucho más fanatizados que los nordvietnamitas).

Mientras tanto se estaban produciendo ciertos avances diplomáticos en la estrategia triangular de Kissinger. Los chinos presionaron discretamente al Vietcong para que llegasen a acuerdos con EEUU en las conversaciones de París. Al quedar estabilizada la situación militar, Nixon pudo asistir a la cumbre de Moscú, en mayo de 1972 (donde se firmaron los acuerdos SALT). A la vuelta se encontró con el rechazo de Thieu a poner el destino de Vietnam del Sur en las manos de un comité electoral (el Vietcong ya había ocupado zonas del Sur), por otro lado, la paciencia de Kissinger con los nordvietnamitas ya se estaba agotando. Nixon decidió desencadenar los ataques más devastadores durante doce días para obligar a los nordvietnamitas a volver a la mesa de negociación. Su índice de popularidad cayó en picado.

Finalmente, Kissinger y Le Duc Tho resolvieron las diferencias que les separaban (por lo que ambos fueron nominados al premio Nobel de la Paz) y firmaron unos acuerdos de paz que resultaron desastrosos para el gobierno de Vietnam del Sur, Hanoi siguió tan decidido como siempre a conquistar militarmente el Sur (como ocurrió en 1975).

La cumbre de Moscú fue un momento destacado para la distensión. Brezhnev había convertido la idea de paz en su proyecto vital, Nixon estaba dispuesto a admitir el statu quo en la Europa oriental y ambos pretendían poner freno a la carrera de armamentos para aligerar sus gastos de defensa, aunque los dos bandos trataron de amañar la competición.

La doctrina de Richard Nixon estaba basada en la respuesta flexible de Kennedy, EEUU podía hacer una guerra y media pero los aliados debían implicarse más para responder a una agresión convencional. Uno de los obstáculos de las primeras conversaciones fue la idea de incluir o no las armas defensivas en estos diálogos. El tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM) preservó la capacidad de respuesta de las dos superpotencias, al evitar las inspecciones in situ se evitó otro de los obstáculos que se habían dado en el pasado (los satélites espías ya funcionaban con total normalidad). Las conversaciones también incluyeron una serie de medidas económicas que pretendían ampliar los vínculos económicos, se autorizó la compra de cereales norteamericanos, se prometió el pago de la deuda contraída por la compra de armamento norteamericano durante la segunda guerra mundial y se propuso otorgar a la URSS el estatuto de nación más favorecida.

En junio de 1973 se volvieron a reunir los dos líderes en Washington, fue el momento de máximo apogeo de la distensión. Se acordaron medidas para prevenir una guerra nuclear y se establecieron unas consultas urgentes para solucionar las crisis que se pudieran dar. Precisamente este aspecto fue uno de los que hizo saltar por los aires estos acuerdos cuando estalló la guerra del Yom Kippur, en octubre de 1973. Ambos bandos se saltaron la promesa mutua de evacuar consultas antes de actuar. Oriente Próximo siguió siendo una zona de máxima tensión durante el resto de la Guerra Fría.

La oposición a Nixon aprovechó estos acuerdos para minar su reputación como estadista y propusieron una enmienda a la Ley de comercio que prohibía conceder el estatuto de nación más favorecida a un país cuya economía no fuera de mercado. Esta enmienda se relacionó con los impedimentos que ponía el Kremlin a la emigración de judíos desde la URSS a Israel. La votación de esta enmienda supuso una derrota significativa para Nixon y Kissinger llegó a advertir que pondría en riesgo todo el proceso de la distensión. Efectivamente, este incumplimiento llevó al Kremlin a negarse a pagar las deudas contraídas y fue el principio del fin de esta etapa de acercamiento.

Pero Brezhnev también tenía su propia oposición, los conservadores más recalcitrantes del Kremlin veían la distensión como un caballo de Troya que alentaba a los disidentes del régimen. Uno de los más destacados fue Alexander Solzhenitsin, escritor célebre por las obras que había escrito a raíz de la invasión de Checoslovaquia y que desafiaban a los máximos dirigentes. En 1970 le designaron para el Premio Nobel y el autor, a diferencia de Pasternak, decidió aceptarlo. El Kremlin debatió qué hacer con él pero no querían convertirlo en un mártir de las élites culturales. En el verano de 1973 el KGB le confiscó su obra más conocida en Occidente, Archipiélago Gulag. En ella Solzhenitsin describe las torturas a las que fue sometido en un campo de trabajo (gulag) para confesar “lo que no había hecho”, las humillaciones a las que se sometía a los prisioneros para romper su resistencia y convertirlos en seres humanos embrutecidos y desconfiados. Estas prácticas del periodo estalinista él las vivió después de la muerte de Stalin y formaban parte de una cara oculta del régimen de la que no se podía hablar en público. Finalmente, Brezhnev accedió a que se le juzgara, pero Andropov le evitó ese trago logrando que Alemania Occidental le concediese asilo político.

Las carencias de honestidad de Nixon ya empezaban a ocasionarle problemas, uno de ellos fue la elección de un marxista como presidente de Chile y la solución que adoptó para este asunto engorroso, orquestar con la CIA un golpe militar que acabó con la vida de Salvador Allende y la implantación de una dictadura militar en la figura del general Augusto Pinochet. Sin embargo, el obstáculo más importante fue la decisión de ocultar su responsabilidad en el asunto Watergate.

Durante la campaña para su reelección, Nixon decidió tratar este asunto como si se tratase de una guerra, la información se convirtió en una cuestión clave y no dudó en alentar el espionaje del partido demócrata. Cuando los “fontaneros” de la Casa Blanca fueron detenidos en el Hotel Watergate (donde se celebraba la convención demócrata), Nixon negó cualquier relación con este hecho y ganó las elecciones con amplia mayoría. Las investigaciones posteriores fueron descubriendo que la Casa Blanca no era tan inocente como pretendía Nixon, a falta de encontrar la “pistola humeante” en la que el Presidente ordenaba las escuchas, se supo que Nixon grababa casi todas las conversaciones que mantenía con sus colaboradores en el despacho oval. En otras palabras, no se fiaba de nadie.

Las investigaciones periodísticas que se publicaban en el Washington Post (por parte de los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein) minaban la credibilidad de Nixon ante sus votantes. Se abrió una investigación y se le pidió que aportara las grabaciones, a lo que el presidente se negó alegando razones jurídicas. El caso llegó al Tribunal Supremo, que dictaminó la procedencia de la entrega de esas grabaciones. Cuando la Casa Blanca entregó las cintas se constató que en una de ellas había un vacío de 17 minutos, el resto de las cintas pusieron de manifiesto los tejemanejes que hacía Nixon para ocultar sus intenciones al resto de agencias de seguridad. Poco después, ante la amenaza de impeachment[i], Nixon decidió dimitir el 9 de agosto de 1974, poniendo fin a un mandato que, de no haber tenido este final, podría haber pasado a la historia como el que más se acercó a terminar con la Guerra Fría.

El tándem Brezhnev-Nixon no ha sido justamente valorado porque ninguno de los dos despertaba simpatías en el panorama internacional, uno por estalinista, el otro por inmoral. Sin embargo, fue un momento de entendimiento entre dos mandatarios en el que, por razones de edad y por cuestiones de personalidad, se pusieron las bases para un final incruento del conflicto, se empezó una colaboración muy provechosa en materia de exploración espacial y se adoptaron tácticas de entendimiento que influyeron en la manera de negociar con bandos secularmente enfrentados como, por ejemplo, empresarios y trabajadores. Cuando la firmeza en las posiciones deja paso al diálogo sobre intereses y necesidades, los representantes de los bandos encuentran un terreno abonado para alcanzar acuerdos, ese pudo ser el legado de esta etapa, pese a que sus máximos dirigentes no lo supieran aún.

@salenko1960

[i] Procedimiento por el que los representantes del pueblo pueden cesar al Presidente ante graves situaciones como haber mentido a la nación.

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Segunda singladura: Jrushchov – Kennedy. 1961-1963

En esta segunda entrega se describe el episodio álgido de la Guerra Fría, la Crisis de los misiles de Cuba. El mundo se asomó al abismo de un conflicto nuclear cuando ambas superpotencias habían desarrollado armamento termonuclear con misiles de alcance medio e intercontinental, capaces de alcanzar las principales ciudades de ambas naciones.

SITUACIÓN PREVIA

Tras la muerte de Stalin en la URSS se impuso una dirección colectiva en la que pronto destacó la figura de Jrushchov sobre los otros aspirantes. En febrero de 1956 el Secretario General pronunció un discurso secreto ante el plenario del XX Congreso del PCUS, en el que criticó el culto a la personalidad de Stalin y censuró los fracasos del zar rojo. Este discurso se difundió entre los ambientes comunistas y se filtró a la inteligencia norteamericana, pese a lo cual el presidente Eisenhower siguió desconfiando de las intenciones soviéticas.

En este periodo se había producido una cierta estabilización de la Guerra Fría, los dos contendientes admitían la división de Alemania y eran muy conscientes de la capacidad destructiva de las armas nucleares. Los sistemas de reparto (delivery) se habían beneficiado de los avances misilísticos y ya no era necesario disponer de una gran flota de aviones porque los misiles se podían lanzar desde submarinos o bases en tierra con un alcance cada vez mayor.

El traslado de la confrontación entre comunismo y capitalismo a la periferia había incorporado a la China continental como un elemento desestabilizador, porque Mao estaba dispuesto a padecer un ataque nuclear con tal de recuperar Taiwán. Winston Churchill volvía a ser primer ministro en Gran Bretaña y se daba cuenta de la necesidad de reducir las tensiones entre rusos y americanos por el bien de la estabilidad de Europa. Los bloques militares se organizaron en las dos grandes estructuras, la OTAN y el Pacto de Varsovia, ninguno de los dos bloques pretendía iniciar las hostilidades pero la respuesta de “represalia masiva” se convirtió en el eje de la política de defensa de EEUU.

Los republicanos habían superado las heridas del Macarthismo y consideraban que la política de contención había sido un error, porque ponía a miles de personas en riesgo de caer bajo el dominio de una dictadura despiadada que despreciaba los derechos individuales. Las acciones encubiertas de la CIA se prodigaban porque evitaban el gasto que suponía disponer de tropas regulares convencionales, sus efectivos se multiplicaron por tres. El lanzamiento del primer satélite artificial por parte de la URSS, el Sputnik, significó una advertencia para la administración norteamericana porque la guerra se podía desplazar a un nuevo escenario, el espacio exterior. Los avances tecnológicos producidos por los científicos soviéticos llevaron a Jrushchov a vaticinar que pronto EEUU se vería superado en prosperidad por la URSS. Este optimismo no se debilitó cuando el Secretario General visitó oficialmente los EEUU en otoño de 1959 y viajó por sus ciudades y centros de producción.

Cuando parecía que se estaban aproximando las posturas entre los dos mandatarios y se celebraba una cumbre en París, se produjo el derribo de un avión espía U-2 en el espacio aéreo soviético y Jrushchov reaccionó de forma airada exigiendo disculpas por este hecho a Eisenhower quien no reconoció los hechos. Era el otoño de 1959 y al año siguiente se produciría el relevo en la presidencia de EEUU donde aparecería un joven católico, avalado por acciones heroicas durante la Segunda Guerra Mundial y que daría la réplica al comportamiento vehemente del Secretario General soviético.

LOS RASGOS PSICOLÓGICOS DE NIKITA JRUSHCHOV

Jrushchov nació en 1894 en una pequeña población rusa cerca de la frontera con Ucrania. De origen humilde, tuvo que dejar los estudios y trabajó como obrero y minero hasta que se afilió al Partido y se dedicó en cuerpo y alma a la revolución. En la segunda guerra mundial tuvo un papel destacado en el sitio de Stalingrado. Cuando murió Stalin se decidió crear una troika de dirigentes entre los que figuraba Jrushchov y en la que ninguno de los tres destacaba por sus capacidades oratorias. Poco a poco, Jrushchov se fue deshaciendo de sus otros dos competidores hasta que, dos años después de la muerte de Stalin, logró convertirse en el líder supremo de la URSS.

Su carácter era tosco, austero y volátil. Pese a que intentó retomar sus estudios como ingeniero no logró terminarlos, aunque sí demostró una gran creatividad para resolver problemas complejos. Su inteligencia se basaba mucho más en su intuición que en una mente estructurada, lo que le llevaba a cambiar de criterio en cuestiones fundamentales. Sus orígenes campesinos no le impidieron forjar una personalidad optimista por naturaleza. Algunos de sus críticos señalan de él que era muy poco diplomático y que, como negociador, tensaba la cuerda en exceso. Su relación con el Presidente Kennedy en un primer momento fue difícil porque menospreció sus capacidades, lo consideraba un niño rico mimado. Posteriormente esta relación mejoró porque su capacidad de reacción a los envites que él le lanzaba le sorprendió.

Uno de los ejes de su política fue distanciarse de Stalin. Cuando, en febrero de 1956, pronunció su discurso secreto en el que criticó a Stalin, lo consideró una desviación de las líneas trazadas por Lenin para desarrollar una sociedad comunista. Pero este revisionismo le ocasionó muchos enemigos dentro de la órbita socialista como, por ejemplo, Mao.

Una persona intuitiva cuando maneja situaciones complejas con información incompleta (como la crisis de los misiles de Cuba) se suele comportar de manera compulsiva, es como un jugador que, cuando pierde una mano, dobla la apuesta en la siguiente; así se debió conducir Jrushchov en su relación con los presidentes norteamericanos (llegó a decir que Eisenhower y Kennedy son la misma mierda).

Su confianza en sus capacidades le llevó a no ver el peligro que corría su autoridad, sus enemigos se aprovecharon de ello para destituirle en 1964. Curiosamente, este superviviente de Stalin apenas trató de defenderse y pasó sus últimos años en una situación de melancolía hasta que falleció en 1971.

 

LOS RASGOS PSICOLÓGICOS DE JOHN FITZGERALD KENNEDY

Es muy difícil separar a la persona del mito que rodea a la figura de JFK. Por un lado, nos encontramos con un presidente que gana sus elecciones por muy poco al candidato republicano, todavía resulta de interés para los analistas el primer debate televisado entre Kennedy y Nixon que, al parecer, fue decisivo para su victoria electoral. Por otro lado, nos encontramos en presencia de un presidente asesinado por razones no suficientemente esclarecidas, el único de los ocho comandantes en jefe analizados en las cuatro singladuras que deja tras de sí una estela mítica cargada de glamour y falsas apariencias[i]. Sus discursos han creado escuela en varios presidentes posteriores, especialmente demócratas. La imagen de su brutal asesinato acompañará a mi generación como la prueba de un dirigente que quiso cambiar la forma de hacer política minimizando el hecho de que fue el primero en acercarnos al abismo de una guerra termonuclear.

Hay un cierto consenso entre los historiadores sobre su complejo de inferioridad a la hora de juzgar las decisiones que tomó. Yo me inclino a pensar que, en realidad, se sentía como un pez fuera del agua. En primer lugar, no era el elegido por su padre para llegar a lo más alto y para dar forma a unas aspiraciones políticas que se habían visto frustradas por el nazismo de su acaudalado ancestro. Su hermano mayor Joseph era el predestinado para jugar ese papel, hasta su muerte prematura al final de la segunda guerra mundial. Los turbios contactos de su familia le impulsaron políticamente hasta ocupar un asiento en el Senado de EEUU.

En segundo lugar, pertenecía a una minoría mal vista por muchos norteamericanos, la de los católicos irlandeses, afamados por su carácter pendenciero y su apego a la familia en mayor medida que la practicada por el resto de familias wasp[ii] y que les hacía asemejarse a los clanes mafiosos, tal como se describe en la saga de “El Padrino”. De su afición a las peleas se explica que, pese a no tener un cuerpo especialmente fornido, se hiciese jugador de futbol americano y acabase lesionado en la espalda, secuela que arrastró toda su vida y que degeneró en una dependencia exagerada de los calmantes y de otras drogas que aliviasen su sufrimiento. De su apego a la familia se deriva su obsesión por guardar las apariencias, especialmente cuando le era infiel a su esposa Jackie de forma poco menos que compulsiva con casi todas la bellezas que se cruzaron con él. También es testigo de esta dependencia familiar el tándem que formó con su hermano Robert, su más fiel colaborador.

Aparte de las consideraciones anteriores, se justifica que sobrerreaccionase a muchos de los desafíos a los que les sometió Jrushchov porque se los tomaba como algo personal. Los 23 años de diferencia que le sacaba el líder soviético le ponían en desventaja respecto de los acontecimientos vividos por uno y otro. Pero la necesidad de no parecer blando ante el comunismo le forzaba a elegir las respuestas más firmes y contundentes, pese al riesgo de desencadenar una guerra de consecuencias imprevisibles. Hasta que se dio cuenta de que esta escalada de “acción – reacción” solo podía terminar con una gran aniquilación mutua y que era mucho más inteligente diseñar una respuesta flexible que incluyera actuaciones diplomáticas, acciones encubiertas y operaciones con armas convencionales.

Su legado está lleno de luces y sombras pero su abrupta desaparición le permitió convertirse en un icono que representaba la posibilidad de cambiar la confrontación de forma más constructiva. Pese a sus debilidades personales, las apelaciones que dejó en sus discursos a unos valores progresistas se han convertido en la herencia más valiosa para las generaciones futuras.

ACONTECIMIENTOS

Las capacidades diplomáticas de Jrushchov ya habían quedado en evidencia cuando Kennedy llegó al poder en enero de 1961. A este panorama podemos sumar los éxitos logrados por el programa espacial soviético, en especial la hazaña del vuelo orbital de Yuri Gagarin y el desastre del desembarco organizado por la CIA en Bahía Cochinos, Cuba, para entender el momento de máxima popularidad del líder soviético frente a la incertidumbre que suponía la llegada al poder del presidente más joven de EEUU.

Debido a ello se puede comprender la tosquedad con la que se comportó Jrushchov en su primer encuentro con Kennedy ocurrido en junio de 1961 en Viena. La exigencia soviética de formalizar un acuerdo de paz que definiera el estatus de Berlín puso a Kennedy entre la espada y la pared. Para no dar sensación de debilidad, Kennedy adoptó unas fuertes contramedidas para disuadir a Jrushchov de adoptar cualquier medida unilateral y amenazó a los soviéticos con un “frío invierno” en sus relaciones. Mientras tanto la RDA se desangraba con un número incesante de técnicos y especialistas que se pasaban a Occidente atraídos por las promesas de llevar una vida más cómoda. Jrushchov se vio empujado a negociar un tratado de paz independiente con la RDA o adoptar alguna medida que parase la “sangría” económica que padecía este país (en esos meses se calculó en 1.000 personas diarias las que saltaban al otro lado). En agosto de 1961 Berlín se convirtió en una ciudad dividida.

El muro dividió calles, parques y edificios separando a amigos y familias que, hasta entonces, podían visitarse con asiduidad. La reacción de Kennedy fue desplazar vehículos blindados por la autobahn hacia Berlín. Se llegó a pensar en un conflicto nuclear y muchos norteamericanos empezaron a construir refugios nucleares en los sótanos de sus casas. El enfrentamiento se calmó después de que Kennedy se negase a derribar el muro y de que Jrushchov desistiera de firmar un acuerdo con la RDA. Dos años después Kennedy visitó la ciudad y proclamó su célebre frase “Ich bin ein Berliner” como muestra de solidaridad con los ciudadanos de Berlín Oeste.

Las dos superpotencias reanudaron sus pruebas nucleares y la tensión volvió a aumentar cuando otro avión espía detectó las bases de misiles que Jrushchov había autorizado a construir en Cuba. Los misiles de medio y largo alcance que aparecían en las fotografías podían alcanzar la mayoría de las grandes poblaciones ubicadas en territorio de los EEUU. Por primera vez, los norteamericanos podían ser atacados con armamento nuclear desde un territorio que siempre había sido considerado su “patio trasero”.

Castro y sus barbudos gozaban de muchas simpatías entre los soviéticos, su modelo de revolución era visto como una forma de combatir el imperialismo, especialmente por los jóvenes. Los ataques contra Castro por parte de la CIA (operación Mangosta) demostraban el carácter épico de este movimiento y su arraigo en el sentir popular había quedado demostrado con la facilidad con la que el régimen había desbaratado la invasión. La amistad cubano-soviética ponía a Kennedy en un brete y éste lo decidió asumir de forma contundente/resuelta/atrevida. El 22 de octubre se dirigió por televisión a su nación para anunciar su decisión de someter a la isla caribeña a una cuarentena para evitar una guerra.

Jrushchov no contaba con la posibilidad de que sus planes de despliegue de misiles fueran descubiertos antes de que estuvieran operativos. Su intención no era iniciar el ataque sino devolver a Norteamérica el golpe que supuso el despliegue de sus misiles en Turquía, tan cerca de su zona de influencia. Quería hacerles sentir de cerca la amenaza nuclear.

Al hacerse pública la crisis, el mundo contuvo la respiración porque parecía que nadie podía detener el conflicto. En la ONU se movilizaron para tratar de aclarar los hechos y buscar otras posibilidades. Pero Kennedy ya había pasado por el ridículo de Bahía Cochinos y  la construcción del Muro de Berlín, y no estaba dispuesto a ceder en esto. La negociación entre su hermano Robert y el embajador soviético en Washington resultó provechosa porque incluía un acuerdo secreto sobre Turquía que permitía a Jrushchov salvar la cara.

Cuando el bloqueo naval parecía a punto de provocar el primer casus belli tras la segunda guerra mundial, las naves soviéticas dieron media vuelta sin dar tiempo a que se produjesen heridos. La amenaza de una devastación hizo recapacitar a ambos dirigentes sobre lo que era más conveniente en la defensa de sus conciudadanos. Ambos eran conocedores de que una guerra termonuclear podía acabar con la vida en la tierra. Posteriormente decidieron limitar las pruebas nucleares en el espacio y establecer una línea de comunicación directa entre el Kremlin y la Casa Blanca, el llamado “teléfono rojo”.

Al hacer el balance de la presidencia de Kennedy, tenemos que incluir dos iniciativas políticas y otra militar para asegurar que, aunque corto en el tiempo, fue un mandato muy fructífero y determinante para sus sucesores. La primera es la conocida como “Alianza para el progreso”, un intento fallido de promover el desarrollo social en la zona de influencia norteamericana. Supuso proporcionar 10.000 millones de dólares a los países latinoamericanos para invertirlos en educación, construcción de viviendas, reformas agrarias y salud pública. El problema fue cuando estas intenciones chocaban con los intereses de las élites gobernantes y de las compañías norteamericanas (como la United Fruit), de manera que los intereses económicos se antepusieron a las reformas sociales. Ni siquiera se redujo el número de dictaduras militares en esta área geopolítica.

Otro proyecto más exitoso fue el llamado Peace Corps, que impulsó a 500 jóvenes voluntarios americanos a enseñar en las escuelas y trabajar los campos de ocho países en vías de desarrollo. Fue una manera de propagar los valores propios de la democracia norteamericana para convertirlos en impulsores del desarrollo social. A mediados de los 80 logró que más de 100.000 norteamericanos hubieran servido en el exterior y el programa ha tenido continuidad hasta nuestros días.

El tercer legado de JFK fue la creación de los “boinas verdes” una unidad de élite concebida para luchar contra la subversión. Como consecuencia de la crisis de los misiles, Kennedy se dio cuenta de que los EEUU necesitaban dotarse de una respuesta flexible que incluyera todo tipo de intervenciones, de mayor y menor escala, para evitar la confrontación nuclear. A pesar de ello, la administración demócrata aumentó considerablemente el arsenal nuclear, con lo que dio al traste con la posibilidad de limitar la carrera de armamentos nucleares. Por otro lado, el aumento del presupuesto militar predispuso al departamento de Defensa a implicarse más en la guerra de Vietnam.

En cuanto al legado de Jrushchov, permitió una cierta apertura del régimen soviético al renunciar a la herencia totalitaria del estalinismo. Esta renuncia no fue bien aceptada por todas las élites socialistas y dio alas a los reformistas en Hungría, lo que obligó a Jrushchov a tomar medidas militares para mantenerse en el poder.

Estos dos personajes pusieron en peligro la paz mundial pero renunciaron a un ejercicio de exterminio mutuo pese a las presiones internas que así lo exigían. La Guerra Fría vivió un momento de inflexión porque las sociedades alineadas con las dos superpotencias tomaron conciencia de lo que había en juego. Cuando los avances científicos se ponen al servicio de los objetivos geoestratégicos, ninguno de los bandos defiende un mundo mejor sino la idea supremacista de que “la razón está de mi parte”.

@salenko1960

[i] En referencia a la idea de Camelot con la que muchos periodistas identificaban a su gabinete.

[ii] acrónimo inglés de White, Anglo-Saxon and Protestant [‘blanco, anglosajón y protestante’]. Grupo cerrado de estadounidenses de elevada posición social, descendientes de británicos y de religión protestante que, supuestamente, ostentan un poder social y económico desproporcionado en los Estados Unidos.