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El espía inglés 2020

No me gustan demasiado las películas de espías, pero debo admitir que la Guerra Fría no se explica sin la intervención de los servicios de inteligencia. Esta es una película en la que el espía es un civil sin ninguna preparación, que es reclutado para contactar con un “topo” soviético de muy alto nivel dentro de la Nomenklatura del Kremlin.

Está basado en un personaje real y he detectado pocos cambios respecto de lo que he leído sobre este personaje, por lo que, al valor histórico de la película, se le suma una gran interpretación actoral. En definitiva, un buen trabajo de Amazon Prime que espero siga produciendo películas de contenido histórico.

Para los que no quieran romper el suspense conociendo el final, me centraré en los temas tratados por el guión y dejo a elección del lector, llevar la lectura de este artículo hasta el final.

  • El lado humano de los espías
  • Puede un civil convertirse en espía
  • Cuánto puede aguantar el tipo
  • Cuánto apoyo le dará el gobierno que le reclutó

Si no te importan los spoilers vamos a seguir desmenuzando la película.

Aparte del gran trabajo interpretativo, en el que destaco a Greville Wynne (asombrosamente interpretado por Benedict Cumberbatch), Emily Donovan (Rachel Brosnahan) y Oleg Penkovsky (Merab Ninidze). Wynne el personaje principal, es un vendedor británico que se dedica a engatusar a sus clientes, generando con ellos un vínculo personal a través de bromas, cercanía, alcohol y mucha escucha activa. Con ello se gana su confianza y luego les vende lo que tenga previsto. Una especie de “encantador de serpientes” pero con mucho arte y simpatía. En su casa, su comprensiva esposa y su hijo le encuentran cariñoso, atento y dedicado a su trabajo. Vamos, un padre ejemplar de la época -años 50-60, con Jruschov al mando de la URSS- llega a casa tremendamente cansado, pero con suficiente buen humor para atender sus obligaciones.

Del otro lado del Telón de acero, está el coronel Penkovsky, experto en artillería, concienciado del desastre que se avecina si se desata una guerra nuclear, decidido a boicotear la instalación de misiles soviéticos en la Cuba de Castro. Da el paso a colaborar secretamente con los países libres para evitar la catástrofe. Sabe que sus acciones son alta traición a la madre patria por lo que, llegado el caso, deberá estar preparado para una evacuación de Rusia, junto con su esposa e hija, para salvar su vida.

El MI6 y la CIA colaboran para encontrar un contacto, no profesional que, sin despertar sospechas, visite a Penkovsky y saque de la URSS lo que éste les proporcione. Al principio Wynne se niega a colaborar, pero las razones patrióticas le hacen cambiar de opinión, sin poder poner al corriente a su familia. Donovan le propone conocer los mínimos detalles de la misión para que, en caso de caer, no tener nada que confesar.

Para completar la primera cuestión, diré que entre Wynne y Penkovsky surge una química muy fluida porque ambos tienen una vida propia, aparte de su labor como espías. Sus vidas tienen sentido, son ciudadanos ejemplares y exitosos que beben lo justo y no tienen nada de depravados. Lo que les hace distanciarse de la visión amarga, reflejada por el espía Leamas en la película El espía que surgió del frio https://guerrafria.eu/2016/12/13/el-espia-que-surgio-del-frio-spoiler/.

En cuanto a la segunda cuestión, la respuesta es que no, por eso Wynne rechaza de primera mano la misión y, cuando surgen dificultades, tiene que apoyarse en el oficio de Donovan y Penkosky. De la misma opinión es el responsable de la operación por parte del MI6, que pretende eximirle de seguir con la misma, para proteger su integridad y evitar dar explicaciones al bando soviético, por utilizar un civil en una labor propia de la guerra.

El tipo aguanta bastante bien, hasta que descubren a Penkovsky y detienen a Wynne, éste último en el avión que le debía llevar de vuelta a casa -con el último cargamento de documentos supersecretos-. Como era de prever, los soviéticos le someten a inhumanos interrogatorios, pero el empresario no desvela su “tapadera”. Mientras del otro lado, se pide su liberación como ciudadano británico y le ponen en contacto con su mujer que, arrepentida por haber sospechado de que, tras tanto viaje a Moscú se escondía una infidelidad de su cónyuge; le trasmiten el ánimo suficiente para aguantar estoicamente su situación, con la esperanza de que se produzca un final feliz.

En cuanto al tipo de apoyo que les dan, está claro que la CIA se implica al máximo nivel, dejando a Donovan que viaje a Moscú con pasaporte diplomático, para “extraer” de forma segura a Penkovsky y su familia. Mientras el Gobierno británico utiliza otros canales para garantizar la puesta en libertad de Wynne. En ambos casos, sin admitir trama de espionaje alguna. Y es que, las buenas acciones de los servicios secretos, nunca obtienen publicidad. Recuerden que en la película de 2012 Argo, el espía Tony Mendez es condecorado en secreto, pasados varios años de la acción encubierta, por lograr sacar a un grupo de funcionarios del Teherán de Jomeini.

Y es que una guerra no declarada, como lo fue la Guerra Fría, tiene el inconveniente de que las reglas se fijan sobre la marcha, por eso es tan importante que el público sepa lo justo y los gobiernos nieguen las evidencias en todo momento. En este caso podría aplicarse el principio de que es mejor detener al espía que ejecutarle, pero en esta película no aparece un abogado dispuesto a negociar un canje, como pasa en El puente de los espías. https://guerrafria.eu/2017/02/10/el-puente-de-los-espias-aviso-de-spoiler/

@salenko abril 2022

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La carta del Kremlin 1970

Se trata de una visión descarnada del mundo del espionaje, tan descarnada como la de «El espía que surgió del frio» o más. Cuenta una trama de espionaje que involucra a norteamericanos, soviéticos y chinos. Esa carta que desvela las intenciones del Kremlin, puede valer hasta un millón de dólares si se recupera antes de que llegue a Pekín. Estamos en un momento álgido de la Guerra fría, la ruptura chino-soviética que comenzó con Jruschov.

Película compleja, llena de personajes, nombres y memorias de otros tiempos, el autor -Noel Behn- aprendió el oficio del contraespionaje durante la Segunda guerra mundial. Fue un fracaso comercial aunque posteriormente está considerada como una de las mejores películas de espías.

Plagada de trampas y sorpresas, aquí casi nadie es lo que parece. Refleja un mundo movido por las venganzas más que por la ideología del sistema para el que trabajas. Los espías se mueven por dinero o por rencillas personales. Nadie hace lo correcto excepto uno y cuando parece que tiene todas las cartas en su mano, se ve sometido a un chantaje moral, ahí termina la película, sin describir lo que va a hacer.

El manejo de la información obtenida se concentra en un agente llamado «el mudo», a quien ninguno de los otros agentes infiltrados cree conocer, porque trabaja con máscara y nunca habla. Su capacidad de memorizar todo lo que le cuentan es la mejor salvaguarda para el grupo, porque no hay papeles, informes o documentación de ningún tipo. Si uno cae, los demás no pueden delatar a «el mudo»; esta es una de las mejores tretas contadas por el cine de espías.

A pesar de lo bien trabajada que está la trama -seguramente basada en experiencias personales- no trasmite ningún glamour sobre la vida del espía, hay sexo y drogas porque es la palanca con la que se manipula a los informantes; pero nadie hace el papel de bueno, el autor no concebía bondad alguna en el trabajo del espía. Recuerda un poco el concepto de «vanalidad del mal» de Hannah Arendt, todos parecen cumplir órdenes pero es de sobras conocido que las órdenes no cumplen con la legalidad, las muertes se justifican por juicios llevados a cabo por el ejecutante y que le benefician en su carrera profesional.

No es fácil de ver pero gana mucho cuando se ve por segunda vez, por este motivo, no voy a dar más pistas sobre el final.

@salenko1960 enero 2022

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Sigue la Guerra Fría 1955-1965 Podcast

Mis amigos de Antena Historia han publicado otro podcast con mis contenidos de este periodo, incluye música (a partir del minuto 2h.:58 min.) y películas (3h.:20m.). El aspecto central es la confrontación entre Kennedy y Krushchev, con la crisis de los misiles de Cuba como punto álgido de esta confrontación.

Los temas tratados incluyen:

El mandato de Eisenhower

El mandato de Jrushchov

La caída de Jrushchov, el ascenso de Brezhnev

Kennedy y la respuesta flexible

La Guerra de Vietnam

La revolución húngara

La triada nuclear (Bombarderos, submarinos y misiles)

La Carrera Espacial. Werner Von Braun y Serguei Korolev

Las conversaciones de prohibición de armas nucleares.  (Los tratados de Desarme)

El muro de Berlín. El teatro europeo de operaciones.

La revolución cubana. Crisis de los misiles

La ruptura chino-soviética

La relación Kennedy-Jrushchov

Johnson y los derechos civiles

El frente nacional soviético (1955-1965)

Los procesos de Descolonización.

También disponible en Ivoox https://www.ivoox.com/06x11hdlg-sigue-guerra-fria-1955-65-audio-mp3_rf_46023995_1.html

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Comienza la Guerra Fría (podcast)

Mis amigos de Antena Historia han publicado el primer podcast dedicado a los primeros diez años de Guerra Fría. Tocamos los siguientes temas:

  1. Introducción: el inicio de la Guerra Fría.

1.1 Las consecuencias de la paz y las discrepancias ideológicas de los aliados.

1.2  El  nuevo “tablero” de juego europeo:

– El proceso de desnazificación.

– El Plan Marshall (1947-1951).

– El bloqueo de Berlín (1948-1949).

– La creación de los bloques: OTAN (1949) versus Pacto de Varsovia (1955).

– La diplomacia nuclear: el factor de la “bomba atómica” en las relaciones internacionales.

– La generación del Baby Boom (1946-1964).

 

  1. Liderazgo durante la primera década de la Guerra Fría.

2.1 Iosif Stalin (URSS).

2.2 Harry S. Truman (USA).

2.3 Winston Churchill (GB).

2.4 Nikita Jrushchov/Kruschev (URSS).

2.5 Dwight D. Eisenhower (USA).

 

  1. Una nueva cultura se abre camino: música en los años 40 y 50

3.1 Bloque soviético:

-Klavdiya Ivanovna Shulgenko: “Cielito Lindo”/“Chelita” (1949).

-Rashid Majid oglu Beybutov; “Servidores Duet y criadas (1948).

– Vladimir Aleksandrovich Nechaev: “Es bueno ser joven” (1956).

3.2 Bloque occidental:

– Frank Sinatra: “Begin the Beguine” (1946).

– Glen Miller y Benny Goodman: las grandes orquestas.

– Apogeo mundial del Jazz, a partir de la década de 1950.

– Nacimiento del Rock and Roll (Elvis Presley, Bill Halley).

– La música en España: Lola Flores (“la Zarzamora”) y Antonio Machín (“Yo te diré”) (1946)

Aquí os dejo el enlace. ¡Que lo disfrutéis!

Enlace…

https://antenahistoria.wordpress.com/2018/07/20/ah-49-comienza-la-guerra-fria/

@Salenko1960             Julio 2018

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La caza del Octubre Rojo, 1990.

Engañando a todo el Imperio.

¿Cómo engañar a los tuyos para poder desertar con la nave más avanzada de la marina de guerra soviética?

El director John_McTiernan basa su historia en el famoso libro de Tom Clancy con el que éste inicia su serie de novelas (centradas en el agente de la CIA Jack Ryan, interpretado por Alec Baldwin). Está basado en parte en la historia del capitán Jonas Pleškys que desertó en 1961 con su nave.

En este caso, la reacción del mando soviético es previsible, convencer a los norteamericanos de que sus intenciones son hostiles y de que deben cazarlo antes de que dispare sus misiles nucleares [lo último que yo haría es enviar una carta al mando de la flota contándole mis intenciones, porque es posible que haga algo para impedirlo]. Pero aún y todo, el capitán Ramius (Sean Connery) tiene recursos más que suficientes para eludir y neutralizar los intentos de destrucción que se despliegan en su contra.

El papel de Ryan consiste en ser el único capaz de acertar con las intenciones de Ramius y llegar a tiempo para convencer al capitán Mancuso (Scott Glenn ), de que no utilice la fuerza de su nave y  de que incumpla las órdenes del mando (lo que permitiría a la CIA analizar la novedosa tecnología de propulsión que impulsa al Octubre Rojo).

Cuando el Imperio soviético estaba a punto de derrumbarse, esta película nos recordaba las intenciones guerreras de una parte del Ejército Rojo. Gorbachov ya había tomado nota de esta circunstancia al producirse el incidente de la avioneta de Mathias Rust (el que aterrizó en la Plaza roja poniendo en evidencia el sistema soviético de alerta aérea). Esta descomposición interna de la URSS es lo que explico en la entrada que denomino la “Cuarta singladura”.

@salenko1960

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TRECE DÍAS 2000

El título de esta película hace referencia a esos trece días que pasaron desde que la administración del Presidente Kennedy descubrió las bases de misiles soviéticos en Cuba hasta que se desarrollaron las medidas que evitaron una guerra termonuclear con la URSS. En esta película, protagonizada por Kevin Costner, el actor interpreta a Kenny O’Donnell, el secretario personal de JFK (papel asignado a Bruce Greenwood). En los ámbitos periodísticos de Washington era un reconocido miembro de la “mafia irlandesa” que rodeaba al Presidente. Otro de los protagonistas es el hermano del Presidente, Robert Kennedy (Steven Culp).

La película está basada en hechos reales, aunque el papel que jugó cada uno sólo se sabe por aproximación. La cantidad de mentiras y medias verdades es parte de la trama y, a veces, se vuelve difícil seguir el estado del relato. Veamos algunas de las principales tretas contadas en la película.

La primera es cómo lograr que los rusos revelen a la comunidad internacional lo que están haciendo en Cuba sin mostrarles las pruebas que ha logrado el espionaje aéreo. La segunda es engañar a los rusos respecto a las verdaderas intenciones de los Estados Unidos. La tercera es engañar a los medios de comunicación sobre lo que realmente está pasando en medio de la Crisis.

Una de las cosas más interesantes es la descripción de las presiones que recibían los políticos por parte de los altos mandos militares. La película los describe como los malos de la historia (belicistas, deshonestos y fanfarrones) cuando, en realidad, todos mantuvieron la cadena de mando y eso evitó que se produjera una tercera guerra mundial. Ese ambiente “conspiranoico” puede alentar en el espectador la idea de que el complot que acabó con la vida de John Fitzgerald Kennedy comenzara a fraguarse en esas reuniones del gabinete de Crisis.

Otro de los asuntos cruciales es cómo presentar ante la opinión pública un bloqueo marítimo a un país independiente como si fuera una medida sanitaria. El nombre de “Cuarentena” es la manera en que la Administración Kennedy bautizó esta operación militar, para la que no se disponía de legitimación internacional previa, pero que estuvo a punto de causar el primer casus belli de un conflicto apocalíptico.

En la negociación que se produjo entre los dos bandos resultó fundamental el papel del embajador de EEUU en la ONU, Adlai Stevenson (Michael Fairman), quien se jugó su puesto al sugerir un intercambio de bazas con los soviéticos, retirar los misiles Júpiter desplegados en Turquía a cambio de desmantelar las bases de misiles cubanas. Esta jugada, que hoy conocemos que fue la razón que permitió a las dos partes salir airosas del trance, fue manipulada para ofrecer una imagen poderosa de Kennedy, capaz de mostrarse inflexible ante el chantaje nuclear de Jrushchov.

Las dos administraciones acordaron establecer un sistema fiable de comunicación que fue llamado “el teléfono rojo”, aunque en un primer momento era una línea de teletipo. Aunque la película no cuenta las consecuencias de esta Crisis, lo cierto es que ambos dirigentes lo pagaron muy caro. Kennedy fue asesinado por… no se sabe quién con certeza y Jrushchov fue destituido en 1964 mediante un golpe de estado político protagonizado por Brézhnev. Un final triste para dos líderes que estuvieron a punto de ocasionar una hecatombe y que sintieron vértigo cuando se asomaron al abismo de un invierno nuclear.

@salenko1960

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EL TOPO (2011)

¿Cómo se descubre a un traidor en una organización que se dedica al espionaje? Esto es lo que cuenta la película “El topo” basándose en la experiencia de John Le Carré como agente del MI6. La respuesta es: poniéndole una trampa. Pero, ¿y si el bando contrario ya lo ha previsto y urde un plan para proteger al infiltrado?, entonces la cosa se complica mucho más. Sólo un agente que tiene muchos años de servicio y que actúa desde fuera puede, con algo de suerte, investigar el asunto y descartar a todos los sospechosos hasta llegar al mentiroso. Eso es lo que hace el agente Smiley (Gary Oldman), que recibe el encargo de los políticos que le despidieron cuando falló la operación “Testimonio” por culpa del topo.

La treta urdida por Karla (dirigente del KGB) consiste en proveer al topo de información aparentemente valiosa, incluso tan aparente que le haga medrar profesionalmente, que le impulse a lo más alto de la organización, donde podrá acceder a información clasificada de alto nivel. Aquí es donde la suerte se alía con Smiley, porque cuando el agente Tarr contacta en Estambul con Irina, una espía soviética dispuesta a facilitar el nombre del topo, al tratar de informar a la central de su hallazgo, el topo intercepta el mensaje y neutraliza la operación.

Smiley sabe que el topo se sienta en la mesa de operaciones junto con el resto del equipo, los que dirigen “El Circus” se llaman Percy Alleline, el nuevo jefe tras la muerte de “Control”, (interpretado por Toby Jones), Bill Haydon (Colin Firth), Roy Bland (Ciarán Hinds) y Toby Esterhase (David Dencik).  El título original hace referencia a un juego infantil en el que los niños se pasan un objeto a la vez que cantan los personajes de la canción, siendo el primero el hojalatero, el segundo el sastre, el tercero el soldado y el último es el ladrón, en este caso el topo. Smiley hereda un juego de ajedrez con las caras de los cuatro sospechosos que había preparado “Control” (John Hurt). El nombre del topo y la suerte que corre no voy a contarlo, mejor lo buscáis en la película.

@salenko1960

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Topaz 1969 (spoiler)

Esta es una película de Hitchcock, rodada con los medios que Hollywood puso en sus manos, lo que se nota en una cuidada fotografía y en la calidad del reparto. La historia arranca con una familia (padre, madre e hija) que sale de la embajada soviética en Dinamarca. La cámara sigue el recorrido de este grupo mientras otros tres personajes siguen su pista por las calles de Copenhague. Estamos en el año 1962 y la Guerra Fría se enfrenta a una serie de amenazas soviéticas que podrían desencadenar la tercera guerra mundial. La familia consigue zafarse del perseverante acoso de los agentes soviéticos pidiendo ayuda a otro agente del bando contrario, llamado Michael Nordstrom (John Forsythe), quien consigue embarcarlos en un avión oficial con destino a Washington. Allí, en una casa de las afueras, el padre del grupo acredita ser el coronel Kusenov del KGB (Per-Axel Arosenius). Éste les informa de los planes cubanos de adquirir material nuclear para lograr que las principales ciudades norteamericanas del Este quedasen expuestas a las armas nucleares soviéticas. La información requiere ser contrastada, pero se decide implicar a los servicios secretos de un país aliado para evitar las sospechas de que se trata de un complot de la CIA y para garantizar un buen trato a Kusenov que aliente a otros espías a seguir la misma suerte.

Nordstrom contacta con su amigo Andre Devereaux (Frederick Stafford), agente secreto al servicio de Francia, que acepta el encargo por su amistad con el americano y porque sospecha que sus informes son filtrados al KGB a través de una red de agentes dobles que trabajan desde la OTAN (La red Topaz, que da nombre al film). Devereaux moviliza a su red para lograr pruebas documentales de la delegación cubana que va a intervenir en la ONU y posteriormente viaja a Cuba para reforzar estos indicios.

En Cuba visita a su contacto Juanita de Córdoba (Karin Dor), con la que mantiene un romance, y que está muy bien considerada por las autoridades revolucionarias. Sin embargo uno de ellos, Rico Parra (John Vernon), sospecha de ella y consigue las pruebas de su traición justo antes de que Devereaux abandone Cuba con lo que había ido a buscar, la demostración de que el régimen cubano maneja misiles nucleares.

Cuando regresa a Washington se encuentra con el agradecimiento de Nordstrom y con una citación para que comparezca en París por el conflicto diplomático que ha causado entre su gobierno y el de Cuba. Antes del viaje, Nordstrom arregla un encuentro con Kunesov para que sea testigo de lo que el KGB sabe a propósito de la red Topaz.

En Paris trata de descubrir a los responsables de la red, viejos conocidos suyos, con la ayuda de su yerno, que es periodista, y de su propia mujer, amante del cabecilla de la red, el carismático Jacques Granville (Michel Piccoli). Cuando lo consigue, informa a los norteamericanos y éstos dejan en evidencia a Granville, que se suicida.

Las tretas que se ponen de manifiesto en esta película son varias. Por un lado, los servicios secretos norteamericanos no quieren aparecer como protagonistas de una operación y dejan que se implique un país aliado, en este caso Francia. Otra es cómo acabar con las filtraciones recurrentes que se producen entre los países aliados y el KGB, esta sospecha paranoide, de la que nadie se escapa, lleva a uno de los espías, Henri Jarre (Philippe Noiret), a negar las evidencias para ganar tiempo. La última de las estratagemas explicadas en el film es la de que los espías buscan involucrar a aquellas personas que, por dinero o por convicciones, están dispuestas a pasar información relevante al bando contrario. La suerte de estos dobles espías no parece preocupar a los agentes secretos, con tal de lograr el avance de sus operaciones.

Una curiosidad de esta película es que se rodó con una peculiar contribución riojana. En concreto, con una botella de vino de Rioja (Marqués de Cáceres) que aparece en una de las escenas cubanas, lo que no parece plausible ni en el momento en el que transcurren los hechos ni en la actualidad, donde la penuria y el desabastecimiento forman parte del paisaje cotidiano cubano.

@salenko1960

La imagen proviene de: http://www.cazadoresdepeliculas.es

 

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¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964)

Según cuenta Vladislav Zubok en su obra “Un imperio fallido” (página 278), tras un ensayo nuclear ruso que tuvo lugar en 1955, el físico y padre de la bomba de hidrógeno soviética, Andrei Sajarov, se tomó la molestia de aclarar al mariscal Mitrofan Nedelin que usar este tipo de armas en caso de conflicto sería catastrófico y podría provocar un auténtico Holocausto. Seguramente se refería a la posibilidad de una reacción incontrolable que podría convertir grandes zonas de nuestro planeta, o incluso el planeta entero, en incompatible con la vida tal y como la conocemos.

En esta tesitura, cualquier dirigente sensato se hubiera estremecido de terror al tomar conciencia del poder destructivo de este armamento. Sin embargo, Nedelin se despachó con un chiste verde con el que quiso dar a entender al físico que se metiera en sus asuntos.  Sajarov se quedó boquiabierto ante este alarde de insensatez en un dirigente de tan alto rango.

Como si Kubrick hubiera sido testigo de este incidente, el genial cineasta trasformó en comedia un guion bien documentado que trataba de un ataque nuclear y sus posibilidades de frenarlo una vez desencadenado. Al verla, (cabe suponer que) cualquier dirigente razonable tomaría conciencia de la locura que suponía la estrategia de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD), por la que las grandes potencias se habían garantizado un equilibrio del terror que no estaba a cubierto de los errores humanos como los descritos en la película.

La historia surge como reacción ante la crisis de los misiles de Cuba, que hizo que el mundo contuviera la respiración ante la posibilidad de un enfrentamiento nuclear entre las dos superpotencias. El general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Jack D. Ripper (Sterling Hayden), cuyo nombre se pronuncia igual que Jack el Destripador, inicia un ataque preventivo contra la URSS porque está convencido de que los comunistas están contaminando los fluidos corporales de los norteamericanos. Su segundo al mando, el capitán de la Real Fuerza Aérea (RAF) Lionel Mandrake (Peter Sellers) no da crédito a la locura de su superior, pero se encuentra incapaz de hacerle entrar en razón o conseguir que le dé la clave de acceso a las radios de los bombarderos para abortar el ataque.

En el centro de control de la Casa Blanca se evalúa la situación, pero no se acierta a encontrar la manera de neutralizar el ataque. Los minutos pasan y la situación se vuelve cada vez más delirante hasta que Mandrake logra desentrañar la clave y anular el ataque de todos los bombarderos excepto de uno, que ha tenido que cambiar de planes tras recibir un impacto que deja inoperativa su radio.

Pese a que el presidente de EEUU ha convenido con el Secretario General del PCUS la manera de hacer frente a la situación, se dan cuenta de que el bombardero va a iniciar un ataque nuclear que será respondido de forma automática y sin posibilidad de aplicar un sistema de interrupción (lo que se llamaba un dispositivo del fin del mundo). Esta forma de proceder era acorde con la doctrina de la MAD. El doctor Strangelove (Peter Sellers) sugiere que se creen refugios nucleares para crear una nueva humanidad cuando, pasados 100 años, los efectos de la radiación hayan pasado. Un nuevo renacer tras la némesis nuclear en el que solo tendrán cabida los más aptos.

La Guerra Fría tendría que esperar a los años 80 para que Ronald Reagan desestimara la MAD y pusiera el acento en la tecnología para derrotar a los soviéticos.

@salenko1960

Septiembre 2017

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GOOD BYE, LENIN! (2003) SPOILER

¿Qué está dispuesto a hacer un hijo por su madre? Lo que haga falta. Esta es la situación que se describe en la película, aunque haya que mentir y convencer a vecinos y conocidos para que representen un papel a conveniencia de los ideales arruinados por la realidad de los acontecimientos políticos.

La madre de Alex Kerner (Daniel Brühl) cae en coma unos meses antes de la caída del muro de Berlín. Cuando recobra la consciencia, el médico le pide a Alex que le proporcione una estabilidad de ánimo incompatible con los acontecimientos políticos acaecidos en la República Democrática de Alemania.

Christiane (Katrin Sass) es una mujer convencida hasta la médula de las bondades del régimen socialista. Para Alex, la peor noticia que puede recibir es conocer que el muro ha caído y que, con gran alborozo de los berlineses, el régimen de la RDA ha caído para dejar que el capitalismo se apodere de las costumbres de los orientales.

Para evitar producirle un segundo infarto, Alex convertirá la habitación de su madre en una isla donde nada ha cambiado. Se ocupa de proporcionarle todos los productos de consumo con los que Christiane disfrutaba, mantiene el viejo mobiliario que su hermana pretendía renovar con muebles de IKEA y le pide a un compañero de trabajo que elaboren unos informativos falsos para explicar lo bien que marcha el país bajo el régimen comunista.

La retórica de estos mensajes se acerca a la que Christiane mantenía antes de su accidente cerebral. Pese a que mantenía una lealtad incuestionable con el régimen, ayudaba a mejorarlo escribiendo cartas de denuncia ante cualquier injusticia. La única falsedad descrita en la película es la que mantiene Alex para evitarle a su madre el disgusto de conocer cómo ese régimen que mantenía la felicidad de su familia y del país entero ha caído para dejar paso a unos hábitos de consumo desprovistos de cualquier principio social.

Pero Christiane sorprende a todos cuando confiesa que en realidad ella les ha engañado durante todo ese tiempo. El padre, que, supuestamente, les había abandonado para huir a Alemania Occidental y rehacer su vida al modo capitalista, en realidad tenía un plan para agrupar al resto de su familia pero ella no se atrevió a secundar.

Esto deja a Alex y a su hermana absolutamente confundidos, porque su sentimiento socialista, su arraigo comunista, dependía, en última instancia, de su amor por su madre. De modo que, cuando ella fallece, les queda un vacío que debió de ser similar al que muchos experimentaron cuando colapsó la Unión Soviética, porque, al fin y al cabo, la patria es un sentimiento de pertenencia a unos valores que todos hemos absorbido de pequeños, especialmente a través de nuestras madres.

@Salenko1960